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jueves, 28 de octubre de 2010
"Y aún habito en ojos de océano"
¡Hey! He perdido el tick-tack de mi reloj.
Llevo años buscando aquello que nunca encuentro.
Unos ojos en los cuales hundirme. Soy una apasionada de la navegación, cartografía y mundo submarino. Una chica extraña que escucha rap y a la vez, piano. Soy esa persona de mirada profunda, son dagas.
Soy quién fui y quién seré.
Curiosidad en las pestañas y valentía en el pecho. A veces no me deja respirar, pero no le doy importancia, ya que en otras muchas ocasiones es mi oxígeno.
De mal caracter (si, muy malo).
Puestos a sacar más de mis defectos, para mi virtudes, me los ahorraré. Simpatía.
Cuántas veces susurré corazón de hielo...
Pero mis palabras se entrelazan con el viento, acarician el cielo y se las traga el tiempo, como mi orgullo.
Cuándo sucede algo entre tú y yo, la distancia me ata, de pies y manos. Pero se le escapa mi boca.
Aunque... para ser sinceros, en ocasiones ni la quiero. Si es por ti, prefiero ser muda, sólo por ti.
Un corazón de hielo... no, no es eterno. Me he percatado hace algún tiempo de mi error.
¿te crees fuerte, eh? Mis ojos se cierran, pero aun queda una pizca sin cerrar. Suficiente, para contestar que si, si es así. ¡Fuerte no, más!
¿Ah, si? Ambos sabemos que no, que tú sin quererlo o queriendo me despojas esos harapos, la piel, la voz y lo que llevo muy adentro.
Tus ojos me ven con ropa, pero realmente estoy desnuda. Mi piel es nívea y mis sentimientos dulzones (antaño fueron agrios, bueno, eso creìa. Pero sé que nunca existieron).
Te acercas a mi lado y lo único que quieres, es escuchar mi llanto.
"Vete de mi lado..." te hubiera suplicado de rodillas. En verdad, hubiera dado pie a la gran mentira.
Se estremecería hasta el último poro de mi piel, y de sobra, hubieses sabido con una sonrisa torcida, que realmente no quería decir eso. Que no se me escapó, pero que tampoco lo sentía.
Tengo las manos arañadas de tantas esposas y el corazón escondido, temeroso de salir. Gracias a ti y a tu cara de ángel ha salido de su escondrijo. Y después de huir de tantas cárceles. He decidido cumplir condena, pero solo si es atada de por vida a tu cuerpo y alma.
No podré respirar cuando te tenga cerca, pero no te preocupes, algo maquinaré.
¿Sabes? Ya no noto zarzas, cadenas,agujas,escondites...etcetc. Pero aún tengo miedo a la oscuridad de la noche y a la mirada de la luna. Y me encanta el invierno, pero si de ti se trata, tengo frío.