Otra vez tú... pequeña...
Cuantas veces te ví en noches de luna llena y no llena. Vuelves a buscar mis sueños para encontrarme y vuelvo a no dormir solo por verte. Hacía mucho tiempo que no te veía por aquí. Demasiado tiempo estuve entre tus brazos y una vez libre, quiero volver a ellos.
Sigo viéndote acurrucada, te veo en tercera persona, para no variar... creéme, quiero abrazarte y llorar contigo. Pero no me puedo acercar, solo puedo verte y sentirte muy dentro, apretar mi corazón, darle un vuelco y dar puñetazos al viento.
Eres la mitad de la punta de un alfiler que escucha un piano triste, escribe sin pluma y llora a la vez. Insignificante. Pero me llenas el corazón y lo eres todo cuando te veo acurrucada en un rincón, abrazada de rodillas y cerrando fuerte los ojos aún sabiendo que el mundo no baja el telón así. Con los labios rotos y el rostro húmedo ya no sabes ni que hacer ni que escribir, o quizá sí. Has tenido tanto tiempo para conocerte que nunca más volverás a sorprenderte.
Echas de menos perderte con Liesel o Adeline... ambas murieron para tí.
Esta noche volverás a tu mundo, volverás a ver el cielo rojo y añicos. Tu piano destrozado, tus letras rotas y el corazón muerto.