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miércoles, 20 de agosto de 2014

Aqua marine

Ven a mi viejo marinero, a mis brazos naufragar.
Te prometo la vida eterna aquí en mis aguas.
Camina por mi arena, con la misma delicadeza
con la que me romperías el corazón.
Ya somos veteranos del dolor, del frío y
las tormentas, el cielo llora por los dos.
Y tus huesos tiemblan en mi pecho y yo,
busco darte calma en esta mi tempestad.
Tu piel de madera, quiero abrazarte y
no soltarte de mi vera, quiero tus sueños
aquí, en mi eterno invierno, no tengas miedo.
Sólo voy a hundirte tan lento, que me confundirás
con un sueño y duerme, duerme mi viejo marinero.
Tus astillas en mi garganta, tu voz de terciopelo
aquí muy dentro y tú, tú mi viejo, muerto.
Para ti has tocado fondo, para mi estás en mi
superficie.



jueves, 14 de agosto de 2014

Este estrecho maltrecho trecho

Mis labios a los pies de tu ego, luego
heme aquí en un crepúsculo ardiente
por el fuego de mis palabras que queman
y resquebrajan tu garganta, mientras
bebes y te embriagas de mi ser taciturno.
A la orilla de donde tu quieras, pero ahógame
lento para que te sienta cuando este muriendo,
y roce tu mano, acariciándome el corazón
que late si tú le das cuerda y en mi soledad,
qué corazón me pregunto, y en tu presencia
qué voy a decirte en tu presencia.
Ámame con odio si es lo que deseas, pero ten,
aguántame los pies, que hoy no quiero
ensuciarme.
Vivo en las nubes, soy tu causa y consecuencia
de esta nuestra guerra y no sabemos de banderas.
Qué mejor arma que la propia piel, de escarcha
bélica, que sólo quiere besarte el alma y
desnudarte de aquí a que el mundo acabe y no.
Ni tan siquiera la lluvia baila descalza y tú a mi son.
Al son de mi son suena el poema más bello,
recitado por un piano que es tormenta.
Mi dulce piano ahora tormenta y yo qué hago,
si soy lluvia y en ti, ya me he colado.
De tu boca a tu cabeza, y ahí, a partir de aquí,
susúrrame que yo de mientras, voy a deshilachar 
tu cordura. 

EL AMOR ES AQUEL QUE. POR EL QUE. NO VOLVIMOS A SER QUIEN.