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domingo, 29 de diciembre de 2013

El libro de las rosas

Baila el agua desde las estrellas
hasta los labios de una mujer alada.
Las gotas besando el alma
y un haz del cristal de los ojos
llegando a cada lunar de la luna,
respirando el olor de la madrugada
que vaga descalza en la soledad.

Baila el agua en latidos de escarcha
y en la tierra la mujer desnuda,
entregando su piel al cielo y,
algún año, de algún mes, de algún día,
un poeta dejará volar la pluma y soñará
su cuerpo en el jardín de las Hespérides.
Y siempre será la misma mujer,


pero nunca será el mismo poeta. 

domingo, 22 de diciembre de 2013

Señor, disculpe

Señor disculpe, quiero ir a Roma pero sin amor.
La bailarina de mi caja de música ya no quiere bailar,
y se dirá ¿qué bailarina? y yo diré oh sí, mi corazón.
No se extrañe señor, yo me entiendo pero usted a mi
quizá no, pero verá, cómo le explico yo mi amor.
Quiero ir a Roma con o sin razón y usted dirá otra vez
¿razón de qué señorita? y yo diré pues no lo sé señor.
Pues verá señor, mi prólogo empieza antes del sonar de
cualquier violín, pero mientras lo digo, alzan sus voces.
Y dice así; te necesito como me necesito cuando en el 
espejo no se encuentra el reflejo de mi misma y miro, 
esperando ver lo que mis ojos no ven, porque no hay 
espera si no se espera nada, ¿por qué? porque nada hay.
Quiero explicarme aunque no explico ninguna explicación,
dadas las circunstancias en esta estancia, ¿dónde estaré yo?
Pero esta vez, señor, usted no preguntará, porque no se sabe
cómo, entenderá. Fíjese usted el espejo, ¡el espejo! y ahí
estaré yo, mirándome a mi misma y sabiendo la realidad, la sabe
señor, y yo preguntaré ¿quién es usted? y reirá en mi pecho,
la bailarina bailará, porque disculpe señor, usted es mi corazón.
No entenderé nada, el señor se fue, y dirá de no se sabe dónde
no señorita, yo siempre estoy aquí. Y es verdad señor.

viernes, 13 de diciembre de 2013

El libro de Los Ángeles

El libro de los Ángeles susurra así;

Piensa en la bala que hiere tu pecho en esta guerra intrínseca, piensa y siente aunque jamás lo veas en el reflejo de un espejo. Tu semblante gélido esta madrugada se alza más allá de la escarcha, de la niebla y de luna, que te ve como si fuera ayer cuando te trajo al mundo. Que tuerta te ve, como no te ven otros ojos.
El frío te arropa tal y como te arropé yo. Los labios secos de guardar tantos suspiros y tus pestañas, qué fue de ellas, consumidas de guardar tantas fotografías de recuerdos. Me pregunto si aún provocarán un tornado en New York, porque el cielo sólo de pensarte se estremecería. Como me estremecí yo. 
Eres un ángel de ánima alada, pero tú piensas con un "era". Y yo a veces también te pienso como un "eras". 
¿A qué temes ángel mío, al Invierno del mundo o al invierno en ti mismo? 
Desearía tu rostro con mis manos, abatido por la ausencia de felicidad, condenada por saber que nunca será absoluta, agotada de una vida de metas y cometas vagando por un cielo azul, teñido según los días, según las vivencias de un corazón.
Mi alma llora e implora una razón por la cual luchar, con los pies en la tierra húmeda, los ojos vacíos y el alma ¿dónde estará el alma soñador?
El fiel soñador que se acostaba cada madrugada, induciéndome a su sueño como si fuera novela de amor, e ilusa de mi, que cuando me sueño sé que estoy soñando porque no siento y es más, me encuentro en tercera persona. Dándome envidia de mis propios sueños, echando de menos sentir cuando en realidad no siento.
He de dormir para calmar mis miedos, para que los monstruos sueñen que no sienten, para que sean en tercera persona y no en primera, y se llamen por mi nombre.


domingo, 8 de diciembre de 2013

Éramos una montaña rusa desde el clímax de la torre Eiffel
hasta el suelo que besamos como solíamos hacer,
cuando hacías que mis comisuras rieran hasta doler,
cuando hacía que vivieras, con emoción por verte feliz.
Y el cuando frenó en el tiempo y se quedó en nuestro pasado.

Ahora somos el pretérito en todos sus tiempos.
Tú y yo somos un fuimos en las calles de París.

Éramos una montaña rusa desde que leí tus palabras,
sin aún conocer tu voz, y puedo susurrar que me enamoré.
Qué es enamorarse me pregunté y tú custodiabas mis respuestas.
Bajo tu pecho de hierro, acuérdate de que era lluvia.
No estábamos hechos el uno para el otro, pero nos hicimos.

Ahora somos el pretérito en todos sus tiempos.
Tú y yo somos un fuimos en las calles de París.

Éramos una montaña rusa y el amor duele a mi alma,
y yo pensé que era tan fuerte de poder con el destino,
y la duda pone mis certezas a prueba, poniéndote en mi cabeza,
clavándote mas allá de mi pecho y por último, en mi garganta.
Mi voz en rosas implora las palabras mas bellas.

Ahora somos el pretérito en todos sus tiempos.
Tú y yo somos un fuimos en las calles de París.
Éramos el sonido del violín. Tú, yo y el tiempo que nos haría envejecer. 

viernes, 6 de diciembre de 2013

Invierno errante

'Tengo que salir de aquí o acabará consumiéndome mi propio fuego'
Ojalá hubiera corazón que ardiera, pero la tragedia es que creo que lo hubo hace olvido en vez de tiempo, porque debe ser que cuando eres un monstruo ya no recuerdas o quizá, no paras a pensarte.
Si la Hélade escuchara mis rugidos se estremecería tanto que surtiría el efecto mariposa y se sumiría en ruinas, y jamás nadie tuviera consciencia de la existencia de la tragedia. El día que ocurriría una tragedia, ¿sabríamos que es, aun desconociendo su significado?
Qué sería de nosotros vivos sin saber qué somos. En nuestra propia ignorancia aún mas ignorante. Pues bien, soy ignorante de todo cuanto a mi se trata. Hacía tiempo que no me encontraba sola, en mi bella soledad.

Trémulo el invierno del mundo, con su voz gélida,
haciéndome palidecer ante una luna mas altiva que ayer.
Mirome el zenit tuerto cobijado entre sus perlas,
¿y mi aura? susurraban en silencio, pues carezco de luz.
El otro día pareciome ver un ángel en el espejo,
pero mi cordura a veces se equivoca queriendo sin querer
haciendo enloquecer a estos ojos que tiritan ante
lo que no quieren ver, pero ven. Pues jamás nunca
sentí en vez de ver al monstruo durmiente mi pecho.
Creí ser pero ¿quién soy? Hablaronme de la cruda realidad
y aún no la probé. Sentose sobre la cama, al igual que yo,
pues somos uno en vez de dos. Y míranos, somos un
monstruo con corazón y razón. Sórdida creación.
Regreso a mi evasión, mi dulce hogar, cómo has cambiado
desde el último día. Pareciome ayer y por qué no lo iba a ser.
Cual claro en el bosque, míranos, somos una desconocida.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Suburbio

Los suburbios son el humo del olvido, el rugido casi extinto del ardor de un corazón, el gentío temía los cocodrilos de las alcantarillas y era tan absurdo que las palabras del humano desgarraran como sus fauces, que las hicimos nuestro lecho romántico.

Poesía negra busca mente que amar

Anunciábase en cada recoveco del suburbio, cual mujer temiendo morir en soledad. No quería hacerse a la idea de que no iba a encontrar a quién amar, y quién la amara. Algo muy humano, para ser poesía, pues dígame quién de corazón de hierro no piensa en soledad a quién contar sus tormentos para que amanezca el vacío, y con el cesar de la lluvia sentirse digno del brillo de los ojos del alma (filosofía de Platón)
Ansía que estas ruinas no sean una fábrica de sueños consumida por el tiempo feroz, no pienses que puedes ser, haz que seas. Quizá en un futuro no eches la vista atrás con recelo, quizá tu cabeza susurre mírate fabricaste sueños y fíjate, ¡quién te hizo poesía!
Poesía en el corazón para la persona que llevaba en él el invierno.
Este invierno la poesía encontró a quién amar pero sincera ante la voz de la verdad, se dijo a sí misma:
- Te amaré, a ti y a otros muchos, soy como el amor siempre presente y diferente en cada corazón. Pídeme que me quede y por su puesto que lo haré, nunca seré tu media naranja porque tú y yo somos uno. 
Mírame a los ojos cuando veas tu reflejo en el espejo, piénsame en noches en vela, escríbeme en tus reflexiones bajo un flexo, llórame entre hojas de papel mojadas, dime que me amas pero que sepas que no diré lo mismo.
Somos poesía en el suburbio, somos quienes mejor nos conocemos y a veces somos tan ingenuos de pensar que nuestra poesía nos comprende y es que ella, somos.
Pregúntate un por qué.

El suburbio estremecedor,
el alba en los cristales de los rascacielos
de los Ángeles, el calor
de la luz en nuestros corazones ciegos.
Míranos brillar, es sobrecogedor,
parecemos hechos de nuestros sueños.


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Poesía de nuestra guerra

Sé con la certeza del soldado quebrado,
aguardando al destino, empuñando la vida
cual drama errante en arma blanca.

Sé el camino de la bala, cual alma cristalina
amando tu corazón y no sólo tiembla el pulso
si no que también la razón.

Sé que recuerdo tu semblante etéreo
en los suspiros de mi olvido, pensándote
para hacerme paradoja.

Sé que en esta guerra, de voz hostil, no hay
ni finales felices, ni honores impregnados
en medallas del color de la pasión.

Sé con la certeza del que sabe que va a morir,
que cual perro viejo lamerás las heridas de guerra y,
por una vez, sabrán a mi.



viernes, 22 de noviembre de 2013

Un día de perros, gatos y vete tu a saber qué mas

Igual hoy piensas que sales a la calle y te la encuentras llena de hocicos y patas perrunas, no es así. Aunque un extranjero jamás lo entendería.
Igual hoy piensas que sales a la calle como un día cualquiera, pero no sabes lo que puede cambiar tu vida por el aleteo de las alas de una mariposa en New York.

Me explico, la vida es tan cambiante como elegir un jersey o preferir una camiseta ancha, puede parecer una confesión salida de una mujer de sexo en NY pero no es así, o eso creo yo.
No piensas que tus vaqueros pueden acabar en cualquier silla, tampoco en el placer de quitártelos tras un día perruno, pero esa sensación puede ser confortante y hacerte sonreír, por lo que merece la pena.
Comienza el día de una mujer que perfectamente podría ser de un hombre, pero no lo es.
Las sábanas están mas mimosas que nunca y su olor recuerda a uno de esos días de hace un invierno, un día en el que el calor de un amor al lado derecho de la cama se echa de menos, pero las sábanas fueron compradas para llenar esa ausencia.
Curiosamente hace sol, quién lo diría, los rayos tenues fracasando en su trabajo de hacer que las personas amanezcan de una vez por todas, pues siempre cierras los ojos mas y mas, como si eso haría que la luz se fuera a otro horizonte y te dejara de una vez en paz, pero el día no funciona según tus exigencias y el sol nunca dejará de resplandecer aunque las nubes digan lo contrario. Es hora de vestirse y qué puedes ponerte, algo casual, un camiseta ancha y unos buenos vaqueros, a juego de tu personalidad de 'hoy no me importa absolutamente nada' por favor, qué mal se te da mentir. Siempre resultó curioso ver a una mujer perderse entre el olor del café, pensando en todo y a su vez, absolutamente en nada. Qué ilusa puedes ser al llegar a pensar que el café va a darte esa dósis de positividad pero eres tan cabezota que continuas, a ver si disuades el nudo de tu garganta (no quiero ser tu ángel de la guarda, pero quizá ese nudo sea la piedra de la que tanto te quejas) pero quién sabe yo sólo te conozco mejor que tú a ti misma.
Aprietas los dientes y reluce en tu rostro esa mueca de disgusto mal camuflado, tiene cierto parecido a tus ojeras maquilladas, no sé cómo la gente puede creerte cuando dices que son de insomnio y no de sufrimiento. Muchas mujeres tienen problemas y los hombres también, por supuesto. Lo conmovedor, es que tus problemas son la voz de las palabras que escribes y entre líneas puede verse la fuerza que decae de madrugada cuando no recuerdo qué nombre le pones a la almohada.
Acabas de salir de casa, y te sientas en las escaleras de tu hogar, las escaleras de la calle quiero decir. Vives en una calle transitada y ves (por eso tienes dos preciosos ojos castaños), buscas qué sentir en los ojos de las personas.
Nadie es como realmente dice ser - Llegas a esa conclusión. Y es verdad, pero habrá una sola vez en tu vida que conozcas tanto a una persona, que sepas lo que va a hacer cada momento de su vida, esa persona eres. Nunca conocerás mejor a nadie y cuando quieran contarte un cuento de príncipes y princesas, huye. 
Di que son las doce aunque sean las tres del mediodía, di que si no te vas acabarás desnuda en medio de la acera, ¡imagínate qué bochorno! aunque puede resultar excitante. Corre por lo que mas quieras y si llaman a la puerta, no abras el corazón a nadie, por si acaso (aunque el chocolate sea tentador).
Finge agorafobia y que los ignorantes te tomen por loca. Entre estas cuatro paredes puedes ser tú y qué mas placentero que quitarte el sujetador, la camiseta ancha, los vaqueros y quedarte tal y como eres. Un cuerpo frágil como el cristal y un alma que ruge más que la mayor de las bestias.
Saluda al mundo desde las ventanas, pues hoy podía haber sido un día de perros pero quién no hay dicho que el perro ya este en casa.



domingo, 17 de noviembre de 2013

El vals de los tiburones blancos

Somos la leyenda urbana, que discúlpenme, pero nada tiene de leyenda pues no hay un trozo de realidad.


Temes al tiburón blanco que no sostuvo tu cuerpo de cristal entre sus fauces, pero eres tan capaz de morir de amor, que me abrumas.
Pero hoy no quiero estremecerte el corazón, quiero ahogarte en la mentira.
Con cautela, con recelo, cual rayo de luz entra en nuestra piel, con delicadeza, con dulzura, la mentira es tan bella que tiene nombre de mujer. Miénteme.  Tu barbilla alzada, tu semblante de robustez, dedícame la mentira más delicada y luego habla con mis ojos y diles si lloran porque saben llorar.
En un tiempo pasado, que no por ello mejor, tus mentiras mordían mi corazón ingenuo, ahora es una cicatriz y ya no siente.
Creo que se volvió tiburón y rara vez ataca a un humano pero ¡fíjate!, quiso que fueras su excepción.
Si recuerdas la cara angelical que un día te soñaba, mírame como me ha consumido el olvido, mis ojeras rozan el suelo, porque ya la pena no merece soñarte. El océano era tan acogedor, que olvidé tus brazos como quien olvida su poema predilecto, y quería contarte este domingo de lluvia cómo somos los tiburones.
Confesarte que me conocía, pero todo cambió con el sabor de la sangre de mis heridas ¿o prefieres que diga las tuyas? E ahí como mi corazón sólo se volvió latidos y tú te convertiste en mi hombre hostil.
Mi temor y lo que me haría mas fuerte. Mira lo que tus mentiras hicieron de mi. 
En esta guerra no hay amor que gane, solo habrá un camino, una tabla de madera, serás acorralado por el odio que dejé en la tierra, querrás huir por mar y cuando mires hacia tu salida, verás el vals de los tiburones blancos. Te estaré esperando y será absurdo que grites pasión porque no habrá corazón que te escuche, porque mírame, ¿qué fue de mi?

Disculpeme, maté al humano que había en mi, ya hay realidad en la leyenda. 
Témeme tanto como yo te amé a ti.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

El café de los que se van a enamorar

A veces quiero desahogarme y ¿dónde se encuentran tus lágrimas?, no sólo por tu ausencia sino por dudar de si estoy yo misma.
A veces te pienso y cuando lo hago me sumo en un abismo de belleza sublime, donde rompen las olas, donde los rugidos del océano estremecen el alma de la bestia. 

Parece que ha pasado tanto tiempo entre tú y yo, que nos hemos hecho viejos de dolor.
____

Eres quien entra a una cafetería, empapado hasta los huesos y la chica del fondo, la pelirroja de flequillo, la que esta justo detrás del hombre de la máquina de escribir, la que esta leyendo al maravilloso Leon Tolstoi, sí justo ahí, la que no te ha quitado el ojo de encima desde que ha sonado el tintineo de tu llegada. Exactamente esa soy yo. Esa pelirroja busca en el café tu olor y en alguna burbuja tu reflejo, y mírala, cómo te mira, quién diría que su corazón no late. Si supieras cuánto me late. Procurará desviar su atención de tu espalda, qué real parece cuando mira la lluvia y no ve ni una sola gota. Ahora toserá y mientras parece que entrecierra los ojos para el proceso, los clava en ti, pero... oh observa, es tan tímida que sería irresistible abrazarla. Me siento estúpida. Eres estúpido. Cómo no puedes darte cuenta, esta frunciendo el ceño y su semblante es lúgubre, se siente tan confundida consigo misma que va a hacer como hace en sus novelas, va a acudir a su evasión, su mundo donde tú todavía no te encuentras. Allí no habrá ningún estúpido que no la mire porque será la protagonista de todas y cada una de ellas. Piensa en otra cosa, vamos... intenta distraerte por favor. Tiene tanto miedo a que duelas que no sabe que nunca dolerás porque nunca te dejarás doler. Quizás sea fría y lejana, pero acércate con cautela y cuando tengas oportunidad acaricia sus manos, siéntela. Siente que en mis manos no habrá frío cuando te escriban, si te escriben. Esta triste y no quiere reconocer por qué, por eso se va a ir, dejando el café a medias, dejándose su presencia sentada, mirándote hasta que te vayas o por lo menos, hasta que sepa que miraste su sitio por casualidad, para ver si estaba y no estará. Adiós, hasta siempre. ¿Lo ves? Ya no esta, pero los pasos que escuchas son los suyos, dirigiéndose a la puerta, de donde te aseguro que si no vas, no la volverás a ver, pero si vas, me cambiarás para siempre...
¿Cuánto hace que esta lloviendo? No sé dónde tengo la cabeza.

- ¡Cómo llueve! - Es una escusa patética hablar del tiempo, pero ella no se percatará hasta tiempo después, cuando habléis y os contéis estas cosas entre abrazos y algún que otro beso.
- ¿Verdad? No me importa, la lluvia es preciosa - No, no digas que como ella o entonces se alejará de ti a la velocidad de la luz, guardatelo y díselo en un par de meses. Mira los hoyuelos de su sonrisa, ¡dime que no te enamoran!
Cómo se te ocurre decirle que dónde vive, y mas aún responderle "vivo justo seguido a ti, porque es de noche y no quiero que una chica sufra algún problema" esta bien, la has hecho reír pero ha estado a punto de soltarte una barbaridad en tu contra, sin embargo ha preferido tentarte y decirte "¿y si el peligro eres tú?" y has sonreído.
No os hacéis una idea del peligro que significáis el uno para el otro, porque os vais a enamorar.


La voz de Destino



sábado, 9 de noviembre de 2013

Insomnio invernal

Te necesito aquí y ahora. Tal y como Jack Daniels necesita a una botella.
Querría decir que me siento vacío sin ti, pero sería mentira, solo tengo frío. El Invierno llega mordiendo los huesos y ya esta aquí, pero esta vez no es el que era, le noto diferente como si echara de menos una parte de mi que no recuerdo. Cuando su aliento gélido ruge en mi rostro parece que me echara cosas en cara, pero fuera incapaz de hacerme daño con palabras, no obstante con mis reflexiones me basta. Su ferocidad hace que no lo pueda mirar directamente a los ojos, por ello miro al suelo, buscando ningún reproche por parecer cobarde, o por lo menos así me siento. Cobarde ante una estación que consigue dar un vuelco a mi corazón, llevarle y traerle de vuelta a casa, como la promesa de un joven inocente a la custodia de una chica. Para quitarle peso a mis pensamientos me revuelve el pelo, también consigue enredarme por dentro pero soy yo, por pensar lo que pienso.
Discúlpame por temer amarte para no echarte de menos cuando te vayas. Porque la primavera intentará hacer de mi una flor, el verano creerá ser mi amor y el otoño hará que bese el suelo y mi piel adquiera los tonos tierra; y sólo quiero al invierno que me hiele el corazón. Comienzan las punzadas en el pecho al son de tu aproximación, te temo tanto como me temo a mi, quizá seas el canto de las sirenas y yo el estúpido Ulises que confió en sí y no se ató al mástil, y no es así. Sería insensato además de muchas otras cosas querer cambiar la Odisea para evitar mi destino, que tarde o temprano, llegará.
Nieva y me gustaría gritar, desearía gritar que te amo pero prefiero que no lo escuches para no llorarte de madrugada. Mis lágrimas le quitarían protagonismo a la luna y sus estrellas y al final solo sería un cielo dándole rosas a mi propio cementerio. Dudo que tu frío escribiría con dulzura en mi epitafio, dudo que fueran palabras siendo lo que eres, un sentimiento. Los ilusos creen que podrán describirte, pero es mas fácil escribirte y hablarte de mi. Contarte cómo me va la vida e intentar que no sepas que cualquier cosa que te diga será mentira, que ignores mi realidad y pienses que soy tan feliz que sólo se te ocurra sonreírme. Pero oh cuando llegues y me veas cosiéndome cual sastre, estirándome los labios para sonreír día a día, abriéndome los brazos para que parezca que no hay hielo en mi, alzándome los ojos y dejándoles llorar, a ver si piensas que es emoción, pero no... no será así. Pensarás que no soy yo y no te equivocarás, como siempre, tus manos cortarán mis comisuras, cortarás un hilo y no hará falta continuar  porque romperás mi magia efímera y además de saber que soy un sastre mago desastroso besarás mi corazón. Seré el invierno eterno.
Esta historia no tiene un final feliz porque no me gustan las perdices. Pero continuará...


viernes, 8 de noviembre de 2013

Woodland's lullaby

Quería una nana para la tierra durmiente, y decidí huir del humo metropolitano. Siento como si los edificios fijaran sus miradas y fueran gigantes que pueden caer en cualquier momento, siento temer, muy a mi pesar, que mi hábitat no son el gentío consumiéndose en las calles, ni Chanel haciéndonos oler a menos monstruo y más humano, ni el ruido constante de los motores jerarquizados, ni nuestras apariencias de dinero haciéndonos mejores y peores personas, no.
¿Dónde esta la carta de mi persona para reenviarla y decirles que "se equivocaron de destino"? Soy una carta perdida en el mundo, de letras que me hacen humana, de sentimientos que me hacen humana y de entrañas, que no sé yo si serán inhumanas.
Decidí buscar mi destino una de esas mañanas que te quedas sintiendo la brisa matutina, que huele a día gris y el baile de las cortinas te hace pensar que no estas pensando absolutamente en nada, entonces piensas una absurdez que deshojas cual margarita, ser, no ser, ser, no ser...llegando a la conclusión de "qué hago aquí siendo quien no soy ". Entonces abres la maleta y no sabes qué coger, ¿por qué? porque no hay nada material que falta haga. Repites el proceso, sólo que esta vez abres los pulmones y sabes perfectamente que sólo puedes coger aire, pero tal vez también libertad.
Las personas se asoman a las ventanas, los edificios abren los ojos ciegos y no ven a una chica, si no a un animal guiándose por sus instintos de mera supervivencia. Te ven a ti, tan rebosante de vida, que algo lo cual ignoran arde en su pecho. Y mírate... nunca te vi tan preciosa...
Tan segura de ti misma que el cielo se pone a tus pies.

La nana de los bosques, susurra el viento entre los árboles
y mi pecho besa el aire como lo haría mi amor contigo.
El sol mima mi piel grisácea del humo constante, haciéndola
tenue como uno de sus rayos al atardecer. Su calidez me calma.
El olor de las rosas frescas endulza mi sonrisa mostrándome
los hoyuelos que entre tanta tristeza creí perder.
Me siento tan indefensa como el animal más vulnarable y tan
llena de confianza y fuerza como la reina de la selva.
Libre.


Pregúntate cómo ser libre. Sé libre. Escribe tu libertad. Recuerdala por siempre



miércoles, 30 de octubre de 2013

Reflexiones bajo un flexo - EFÍMERO

Partamos de la base de que el sentimiento del pensamiento es, sin pero que valga, efímero.
Al igual que nuestra consumación de presencia con los pies en la tierra. Con esto no quiero desnudar la vida para ver que bajo su encaje se esconde la piel de la muerte, al menos no lo pretendo. Sólo ansío ser capaz de sonsacar, a esta cabecita mía, una reflexión, tan sencilla y paradójicamente retorcida, que haga falta leerlo dos veces o quizá más para descubrir el sentido del que carezca.
Vivimos en la existencia del cuerpo, meciendo la cuna de vivir muriendo, siendo conscientes de que hasta la última hora seremos ignorantes de cuan es su exactitud, pues no vivimos, si no que convivimos con nuestro cuerpo y él decide cuándo partir, abandonando el alma en un mundo donde no sepa cómo vivir. ¿Y es que sin el cuerpo qué queda? Cuando nos sumimos en un sueño no necesitamos ojos para ver, ni pies para caminar, nuestro alma nos guía en el mundo creado por nuestra imaginación tan irreal, como quizá lo sea el que sentimos cuando estamos despiertos. O puede ser que la realidad y la irrealidad sean dos máscaras mas en este gran baile, donde no se sabe quién es el hombre, ni si el hombre es hombre o si alguna vez lo fue.
En la balanza la duda pesa tanto como la ignorancia y si el saber no ocupa lugar, quizá sea porque no sepamos nada y la nada es vacío.
¿Qué es esto? Pues bien, Descartes seguramente no se quedó del todo contento con su conclusión, pero aún así siguió firme a ella, aunque igual los monstruos le aterraban a la hora de conciliar el sueño. Todo, absolutamente todo es efímero, pero a la vez, somos una continua metamorfosis eterna

lunes, 28 de octubre de 2013

El verso mágico

- Podíamos hacer magia tú y yo...

He de decirte, que mi ilusionismo solo es mágico a tu son.
Voy a llamarle magia, a lo que haces en mi. Pues si te veo siento que el corazón quiere salir de mi chaqué, justo por donde se encuentra el bolsillo con el pañuelo blanco que utilizo para secar los restos de amor. En mi chistera brilla la negra locura intentando darme conejo por razón, y no es así, la función no acaba aquí.
Créeme, puedo jugar con los naipes, pero no tengo un as en la manga si sale cualquier corazón y menos si eres tú, mi rey de corazones. Cuan aprieta la pajarita a la hora de respirar, no sé, pero quizá me quites el aire; en cuanto a las palabras, no sé que excusa poner para no decirte que no hay truco que valga.
Nunca conocí mejor mago que tú, explícame de dónde te sacas el mundo de dos. Y por favor, no me digas que esto es cosa mía y de mi amor.
Abre los ojos, echa a correr y esta vez no iré tres pasos por delante, puedes tragar el fuego, pero no hay mas ardor que mis besos, puedes tragar una daga, pero no hay mas dolor que mi daño.
Haz que vean lo que no eres, déjame desvelarte truco por truco, entre tú y yo no hay mas magia que tu amor y el mio haciéndonos nuestros.

Sin ropa, sin hilos, sin trucos, sin ilusionismo por doquier, la magia de hacer el amor con quien amas.

Nuestro amor podía durar lo que dura una función. O mejor aún, la vida del mago.

jueves, 24 de octubre de 2013

Reina de cristal

El cielo de cristal rompió a llorar,
si vieras como caen por sus mejillas
las lágrimas de cristal, te enamorarías.
Empaparían hasta tus huesos, entumeciendo
tu buen juicio y abrirías el corazón
donde no sólo me piensas. Bienvenido sea el cristal.
Ya no estaría sola sintiendo la claustrofobia,
respirando de tu voz, escuchando a tus latidos leyéndome
nuestro poema favorito, haciéndome dormir. Ya no.
Me traerías a un compañero tan punzante
que mi sangre correría con la tuya.
Dime tú qué sentido tiene protegerme con cristal,
dame una sola razón y te amaré para siempre.
Busqué mi reflejo y no lo encontré. Acaricié mis ojos
para saber si aún seguían ahí y ¿sabes que noté?
El amor en tela haciéndome ciega.
La fragilidad de tu cuerpo en el reflejo, la realidad
efímera que se consumió en tiempo.
Tú no amabas el cristal, tú me hiciste temer el mundo
haciéndome de cristal. Yo creí tus palabras como
siempre, lamían mis heridas cual fuego ardiendo,

dime que el cielo es de cristal, y te creo
dime que me quieres y te juro por lo que 
mas quieras que te temo.

Creí que era tan fuerte que podía sobrevivir
en la tierra ausente de ti.
Cuando hice las maletas para irme sin ti, pensé
'algo se me olvida' y fíjate ¿cómo me pude ir sin mi?
Huí de tu corazón pero puedo susurrarte cada verso
de cada cicatriz que me dejaste, con la
dulzura con la que te recuerdo, con el amor que
te confieso en sueños.



domingo, 20 de octubre de 2013

Octubre en la playa













sábado, 19 de octubre de 2013

Memorias de mi alma errante

A veces mi vida decide ser compositora y le arranca las notas al piano y fíjate, suena como mi corazón.
Una melodía melancólica que allá donde este no será por mucho tiempo. Porque no pertenezco a ningún lugar, ni nunca seré de nadie, me aterra la idea de pensar que pueden construir una jaula alrededor de mi piel y yo quedarme quieta, con la respiración pausada, observando cual cautivo.
Una vez aquí, otra vez lejos en las comisuras de la tierra, donde los ojos confusos piensen que caí por el borde.
___

Me llevarán mis pies según mis órdenes a cualquier lar en el que mis sentimientos se sientan comprendidos, donde el Invierno empatice con mi piel, entumezca los huesos y ¡oh cuando llegue a mi corazón! pensará que estamos hechos del mismo frío y no será del todo incierto, solo que este frío, mi frío, no fue creado por fenómenos meteorológicos, o quizá sí y soy una marioneta de sonrisa eterna atada por los hilos que sustenta el cielo entre sus manos. Me haría comprender por qué a veces llueve aquí dentro. 
Lejos de aquí y cuando este aquí, aún mas lejos y así sucesivamente hasta que mi tiempo llegue con un ramo de flores y me susurre 'estás consumiéndote'. Hasta el fin de mis días quiero decir.

Y en mi maleta, la pregunta no es '¿qué voy a llevar?' sino '¿quién vendrá conmigo?' y cómo iba a olvidar a mis monstruos. ¿Quién me morderá el sueño para ser insomne? Vosotros, como no. 
Quizá cuando este sola y perdida en algún abismo, me hablen de ti y mis recuerdos te piensen.


miércoles, 16 de octubre de 2013

Lobos en guerra



Siempre fueron tiempos de guerra ¿cuándo la vida no esta en guerra para luchar por otro último aliento?
Seamos lobos en esta guerra y temamos al ser humano, tal como le engendramos. ¿Y qué somos? ¿el ser humano existe o le creamos nosotros? Pues bien, yo dudo que vayamos al son de su significado, por lo que opino que nos creamos a nosotros mismos o mejor aún, somos creados por nuestro alrededor.

Comenzamos siendo de carne y hueso, ¿luego qué? nos convertimos en nuestros monstruos mas temidos y nos cobijamos en lo que sentimos ¿para qué? para empezar a construir un laberinto con nuestras propias manos. Después decimos 'nos hemos perdido' y sabemos la coordenada exacta en la que nos encontramos, pero lo vemos en tercera persona, como si fuéramos una parte externa de nosotros mismos.

(Quizá ahí nazca el problema mente - cuerpo) 

Podía decirse que somos dos personas, primera y tercera. ¿Cuando te ves, cómo te ves? Sin duda en tercera persona, perdida en mitad de un lúgubre laberinto, y si por un casual mi cabeza osa atreverse a ser primera persona lo cambio con la rapidez con la que una mariposa bate las alas, aunque yo decido si las bate o no. A veces las alas no baten porque yo no quiero, entonces en primera persona veo al lobo (humano) adentrarse en mis entrañas (laberinto), sus zarpas rasgan la tierra sin querer (¡imagínate como podría acabar mi piel!), su respiración se consume en la atmósfera, sus ojos brillan como las lágrimas de los caídos, su cuerpo dice tanto como calla. Y yo sigo aquí, en primera persona.

Ojalá el corazón fuera mi granada de último recurso aunque ello implicara la putrefacción de dos cuerpos. 

Dos cuerpos, dos animales ¿y por qué? porque aquí no hay palabra que valga como arma. 
Los instintos de supervivencia luchan por la ley del mas fuerte y si es ley ¿a quién hace justicia? Si la justicia existiera, lo haría. 
El lobo, y yo cual lobo, luchamos por lo mismo. Tengo miedo y estoy segura de que todos los fuertes en su día lo tuvieron, el miedo siempre esta presente, pero quizá me equivoque y no sea miedo, quizá acabe de crear un nuevo sentimiento, quizá sea 'el sentimiento del que va a morir' del cual la humanidad no consta, porque nadie vivió para escribirlo. Y si no muero, no habrá sentimiento alguno.
El destino lo hará sobre la marcha, como siempre.
Le veo, me veo, pero esta vez en tercera persona y mírame, capaz de con un rugido hacer la tierra hostil.

Perdida en mi propia creación me encuentro, en la creación de ella.
Ante yo siendo lobo y ella, siendo lobo. 
¿Capaz de qué? Capaz de todo. Pero depende si habla ella o hablo yo.
Mírala, es un monstruo, mírame, si somos la misma.
¿Qué estás dispuesto o qué esta dispuesto a hacer en esta guerra?


sábado, 12 de octubre de 2013

IRON: I REMIND OUR NEVERLAND

Un día te soñé despierta y desde ese día solo sueño con los ojos abiertos. 

Eres lo que quería soñar, pero disculpa, 
pues solo te sueño despierta, 
soy incapaz de soñarte dormida.
Por esa razón soy insomne, por recordarte.
Aún cuando la luna se alza en el cenit, con su
encaje azul, soy tan estúpida de ver mas allá
de sus deseos de pasión y resistirme a la tentación
de hacerle el amor a lo que no sea tu piel. 
Ella se consume en el día y amanece mi amor
 con ojeras, mis delirios con la certeza
de que anoche hice lo correcto, ¿y correcto para quién?
si tú ni tan si quiera me piensas, si quizá sólo veas 
lágrimas donde es amor. 
Si quizá sólo creas que sólo siente mi corazón. 
Si quizá sólo creas que sólo siente él, y yo no. 
La escarcha abriga al puente de hierro y la comparación
se torna a ti, de escarcha y a mi, de hierro.
Y ahora que te has vuelto de hielo ¿qué va a ser de mi?
si por ti ardí hasta ser ceniza. 
Ahora las costillas me muerden el corazón,
por haberte odiado cuando quizá, debería haberte amado.
Ahora, soy tan estúpida de echarte de menos y seguramente 
a las 12 de la noche cuando mi coraza y no carroza 
deje de ser de diamante y se convierta en calabaza
piense en ti. Tu sonrisa sonriéndome, qué feliz recuerdo.
Y qué trágico que sólo sea uno de tantos.
Siempre quise ser princesa ante tu presencia, y no sé 
si ahora, hecha jirones me amarás.










viernes, 4 de octubre de 2013

Cárceles de tinta II - La pasión como Octavo arte

Soñábamos ser tanto, que al final, acabamos siendo desconocidos de nosotros mismos.
Fuimos efímeros como una noche.
Fuimos cuervos anunciando nuestro réquiem. 
Fuimos un sueño, tú en mis plumas, yo en tu vuelo.

- ¿Y ahora qué somos? Tú no sé, yo no soy nadie, pero no somos nosotros y eso parece ser todo.

Te veo como veo caer las hojas del Otoño,
me siento como un árbol desnudo suplicándote abrigo.
Estas palabras jamás acariciarán tu cuello,
porque lúgubre, acabarás haciéndome recuerdo.
Tu recuerdo.

Cuando te miro siento tanto como callo.
Reina de un silencio que grita al son de tus pestañas,
aquellas que un día acariciaban mis mejillas,
aquellas que ahora, como tú, están en mi memoria.

Consumiéndonos, ardiendo en nuestras manos,
porque ya no somos sino 'éramos'.
Recuerda cuando éramos y tú me prometiste la luna,
y me dijiste 'la tendrás, pero no la del cielo'
te haré luna y estarás en mi cielo, y mi cielo será tuyo.


Esta madrugada la noche es ciega, tanto como mi corazón.
Mi corazón habla en sueños, su voz de miel en mi pecho,
suele decir que te echa de menos, esta madrugada soy insomne,
una mujer de cafeína, por si sonámbulo va a tu encuentro.
Si fue capaz de amarte, es capaz de todo. 
Suelo leerle para que duerma y cuando leo, te imagina a ti, siendo bestia, príncipe, ladrón, vagabundo, héroe, villano...
siempre espera impaciente que acabes siendo historia de amor,
que acabes con un final feliz y yo siempre le digo 'míranos, si somos tragedia'
y él me dice 'pero fuisteis una historia de amor y siempre lo seréis'
 y qué le voy a decir, si hasta mi razón asiente como fiel seguidor.
Antes de que le de los dulces sueños, ya esta dormido
y seguro que te sueña tanto como yo.

Pero hoy me ha dado él los dulces sueños,
me nota cansada de mis guerras, sé que mi corazón no dormirá e irá a tu encuentro,
sé que eres su prólogo y epitafio, sé que jamás volverá,
si es que una vez estuvo aquí. Lo sé, porque sé cómo se siente.

Siempre seremos tragedia y este cuervo ha dejado tu recuerdo en la jaula, pero sólo es un prólogo de nuestra cárcel de tinta. 


lunes, 30 de septiembre de 2013

Insomne enamorado

Erase una vez, era hoy, o sea ayer y será mañana, justo después de hoy. No estoy del todo segura, pero tengo la certeza de que cuando digo hoy fue hace un momento, el tiempo ni me detiene ni se preocupa si me deja atrás. Siempre con esa actitud tan 'pasota' y nosotros, ilusos, queremos atraparlo en relojes, decir la hora exacta cuando ya no lo es...

__


Era de madrugada, ahora sigue siendo madrugada pero cada 'tiempo' que pasa se consume para ser día. Entonces sale el sol, pero aún es pronto, aunque no del todo. Depende de como lo mires, como siempre. La noche es joven dijeron y bien, es joven siendo vieja, envejeciendo en un cielo azul oscuro casi negro. Puede parecer absurdo pero solo diré que no lo es, el resto lo dejo a vuestra merced. 
El presente me desconcierta, pero eso lo dejaré para otra reflexión. 
Hoy, ahora, exactamente hace un momento cuando he empezado a escribir 'ahora' o mejor, a pensar en la palabra... exactamente en ese momento y no se hable mas. Soy una insomne enamorada. Soy, fui y seré, de eso no tengo la menor duda. 
Suelo divagar en este mi lar, donde nada es lo que parece porque igual no lo es y quizá nunca lo fue, pero me limito a 'ser', por si acaso. ¿Sabéis? Somos recuerdos, porque vivimos pero mientras vivimos somos pasado, ¿y de qué esta hecho este? de recueros. Lo maravilloso es que cada uno tiene sus propios recuerdos y estos son libres dentro de nosotros. ¡Qué sería de ellos sin nosotros! 
Cuando decimos que los recuerdos se pierden en el tiempo me gustaría inventar dentro de mi un mecanismo, por llamarlo de alguna forma, que pudiera volver al recuerdo y recordármelo, algo así como cuando giramos las agujas en sentido contrario, para volver atrás, un mecanismo complejo y paradójicamente dotado de una sencillez a la hora de usar. Quizá lo poseamos pero seamos completamente inconscientes de ello, como de tantas otras cosas, pero no lo sé. 
Querría tenerlo para quitarme esta ignorancia que me estremece y se acumula en mis pestañas. Decidir cuando llorar, cuando reír... seguramente acabaría ahogada en mi propio vaso. Me vería a mi misma medio llena, medio vacía, medio yo, medio desconocida y ¿qué hacer? Sumergirme en mi misma y se acabó, aunque nunca deje de acabarme.


Estos tiempos que corren, estos tiempos que vuelan y a veces siento que ni me dejo llevar. Y diréis ¿insomne enamorado de qué? Del tiempo que nos hace ceniza.



viernes, 27 de septiembre de 2013

Lullaby Rain

Quería susurrarte el vacío de tu ausencia,
mi dama bella.

Escribirte una nana para que así duermas con ella.
Qué mas quiere una pobre ilusa que hacer de su amor,
de ti, amor, una soñadora.

Despertarte a besos con sabor a rosas frescas,
color escarlata, para excusarme por ser la causante
de enrojecer tu sonrisa.

Llevarte el desayuno en bandeja de plata
mi corazón aún latente, mi razón desesperada
por ser incapaz de no ser débil ante tus lágrimas.

Quería susurrarte el vacío de tu ausencia,
mi dama bella.

Cogerte en volandas y salir fuera
para que vieras que la perfección se crea
con tu piel y un cielo gris perla.

Sentarte conmigo, y estremecerte
con la brisa matutina que alberga nuestros días,
que no serían sin tu presencia.

Enseñarte todas y cada una de las flores
que humedeces con tus lágrimas, las cuales
rozan con ternura mis huesos hasta cobijarse en ellos.

Quería susurrarte el vacío de tu ausencia,
mi dama bella.

Pensarte mientras estás a mi vera
perdida en el crepúsculo de un atardecer,
que hace brillar tu cuerpo cual estrella.

Dejarte ver mientras me siento como un niño
mirándote sin que tú me veas,
hazme creer que es así y seré el más feliz de la tierra.

Hacerte rascacielos
porque a mi juicio eres lo inalcanzable
que un día contruyó mi efímera existencia.

Quería susurrarte el vacío de tu ausencia,
mi dama bella.

Adorarte cuando el sol duerma
porque sé con certeza que encajas
entre mi corazón y mi cabeza.

Quererte como nadie te quiso en noches de vela,
mientras navegas en tus delirios
que me hacen encontrarte cual brújula fueras.

Amarte a medianoche y un minuto
por si temes que no lo sienta por tu condición
de no ser princesa.


Dulces sueños mi Lluvia.
Siempre tuya, Primavera.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Osadía a la poesía

Vístete de hierro,
acuéstate en mi hastío,
sé exigente como el silencio
entre el gentío.
Hazme el amor a la luz del flexo, 
donde mis reflexiones
cavaron su epitafio en puño y letra.
En el vacío de mi existencia ardes,
eres mi fuego interno
¿qué quieres de mi? Si el tiempo 
me consuminó hasta hacerme ceniza.
¿Y por qué te pienso? 
Porque tu recuerdo me muerde el alma
despertándome de este insomnio 
que susurra calma a esta ánima.
La realidad torna a un acantilado, 
un océano y una persona.
Pensar que un sólo paso me distancia
del abismo, pensar que sólo un paso,
y dar dos, por pensar que estoy
por encima del destino.
Pero no soy futuro, soy  pretérito 
consciente de que mi verdadero 
nombre es recuerdo.
Vivimos de recuerdos ¿por qué?
Porque es lo que somos.
No hay abismo, estoy en brazos del agua.
La tinta húmeda de mis hojas
de papel mojadas. Mis labios azules
queriendo ser océano, mis besos 
ahogándose en los versos, 
que decidieron ser por ti, tú 
le diste existencia a mi presencia.  
Soy un lobo de mar a la deriva
y tú quizá seas la cartografía
que mi corazón aulla a la luna, 
pero solo quizá, por si dueles.
¿Y cuándo tuvo importancia el dolor?
Quise amarte, a quién pretendo engañar 
diciéndote 'quizás'. Aunque jamás
leas mi osadía, amada poesía. 


lunes, 16 de septiembre de 2013

Reflexiones de una golondrina en la ciudad

Erase una vez un día que no sabía dónde mirar, podía decir que el cielo me embriagó con sus nubes pero no sería del todo cierto y siempre busco certeza entre tanta incertidumbre aunque la realidad duela. Si me considero soldado será por una razón, ¡qué menos que demostrármela! 
Iba por las calles de Santander, buscando algo sin saber qué, un entretenimiento quizá, algo que me desviara completamente de estos ojos que se te clavan y hacen que el pelo se erice como si estuviera a la defensiva en un combate poco fructífero, porque ¡vaya estupidez! acostumbrada a tanta mala persona que al final acabas creyendo que cualquiera puede hacerte daño y como un gato, afilas las uñas, con delicadeza, relamiendo cada palabra, sosteniéndola como arma blanca por si hay que disparar. Respira, deja que huya tu mirada, que vuele en libertad mientras por dentro estalla una tormenta inútil, la cual aún no lo sabes pero se te olvidará en el próximo adoquin. 
Por arte de magia aparece una curiosidad que llama mi atención tanto, que el mundo queda mudo entre el gentío y sólo con una 'n' de diferencia. Quién lo diría, acabo escuchando mi corazón deseoso de expresar qué siento y sin saber cómo empezar, siempre estamos en las mismas pero soy yo quien da el brazo a torcer y escribo para respirar. A ver si me explico

En la ciudad no sólo una, si no varias personas comparten un pensamiento que les une sin ser conscientes de ello, porque... ¿para qué íbamos a contar que vivimos en el último piso del edificio, que construimos un jardín en la terraza porque necesitamos respirar y equilibrar los niveles de humo en sangre? 
Quizá sea una reflexión absurda, pero yo no lo creo, y creo que si me explico puedo llegar a rebatir esa idea y darla por errónea. Si hay excepción para mi no hay regla, ¡eso sí que es absurdo! Prosigo, para mi la ciudad es una jaula, la cual compras, adquieres las llaves y vives en ella porque 'es lo que más me conviene dada mi situación' y sí, es el centro de la vida, y si lo llaman corazón de la ciudad podemos hacernos una ligera idea del por qué. Entonces como 'no hay mas remedio que sufrir la enfermedad' las personas deciden darse un respiro (y nunca mejor dicho), deciden hacer algo por lo que la convivencia con la ciudad resulte más amena, deciden crear un Amazonas a pequeña escala, para no sentirse tan consumidos y así, cuando se tumben en el suelo y miren al cielo se sentirán como si estuvieran en un claro del bosque, el dulzor de las plantas, la inmensidad del cielo azul... ¡qué mas se puede pedir estando en pleno bullicio! Ah si, una buena música, alguna melodía que exprese libertad. 

No nos confundamos, no son ilusos que se engañan intentando hacer de la ciudad una vil mentira, no. Son personas conscientes de dónde viven que han encontrado su pequeño respiro que abre los pulmones para que digan 'cuando salgo a la terraza sé que esto es la ciudad, pero soy feliz alzando en ella su lado opuesto, lo hago por mi y me hace feliz, quizá sea insuficiente pero mis caprichos no piden más dadas las condiciones' y con los pulmones más abiertos, se respira mejor. Aquí la lógica no tiene nada que hacer, ni que ver. La moraleja es 'convivir con la ciudad'.


martes, 10 de septiembre de 2013

El hombre que hizo de su amor un camino de rosas

Días perlas en los que la lluvia es mi flexo de reflexión. Doy gracias a mi cabeza por sentarse, por hacer de esta bravía un océano en calma, la tormenta me hizo entrar en razón.


Ama hasta que el corazón no te quepa en el pecho y decida hablar por ti.
Ama hasta que los pulmones no te quepan en las costillas y decidan qué oxígeno elegir. 
Ama a flor de piel. 
Ama en flor y hazla florecer.
Ama hasta que tu amor sea un camino de rosas.


__

Desde el Empire State la ciudad parece tan destructible como las manos que la alzaron del suelo.
Desde mi corazón parezco tan destructible como la razón que lo llevó a ello.
- ¿Qué sentirías corazón si hiciera de tus cenizas fuego? Quiero confesarme ante el espejo. Quiero oír de tus labios mi voz. Ardería contigo en cualquier lecho, te haría humo por consumirte el ánima y sentirte mordiéndome los pulmones, besaría tus cenizas como hacía con tu cuerpo y por último, volvería a hacer que fueras mi fuego. Quiero explicarme, es decir: te destruiría cada vez que grites mi nombre por cualquier hombre.
Su voz de miel conseguirá hacerme enloquecer. ¿Qué sientes corazón? Dímelo tú, creo que por una vez estamos de acuerdo. Nada, no siento nada.

__

El hombre le pidió a la lluvia que besara sus rosas.
El cielo lloró por el hombre, humedeciendo su amor.
El amor desnudó al hombre, frágil como su cordura.
El frágil hombre rompió la cordura, le hizo amar.
¿Qué siente hombre?
Siento que el amor es un camino de rosas.
Mírale a los ojos, pregúntale a quién ama, mírale
el alma, esta vacío.
¿Dónde esta tu corazón? Ella.
¿Dónde esta tu razón?     Ella.
El amor es un camino de rosas porque puede ser lo mas bello que encontremos en la vida. Su belleza abrumadora nos hace sangrar, cuánto amamos y cuánto duele la ausencia de nuestro amor.



miércoles, 4 de septiembre de 2013

'Ser tu razón de ser Otoño'

Siento punzadas en las costillas cuando hablo de amor. Quizá sea porque me 'vacía' haciéndome débil ante su voz de Otoño; mi mejor defensa, mi buen ataque, son las palabras y a causa de mi sentimiento acabo en muda consecuencia.
Cuando habla las hojas de árboles acarician el suelo, la gélida brisa estremece los pulmones, estos no son unos versos románticos que citen cómo se para el tiempo, esta es la cuna del silencio mecida por el viento. Así es cómo la realidad entró por la puerta sin llamar, viéndome desnuda y frágil a la luz de un Septiembre taciturno.
Enraicé incertidumbre con certeza y querría poder escribir que brotaron flores de un color ilusorio y eran las mas bellas, pero no sólo me engañaría a mi misma, sangró mi amor y nadie logró verlo yo era un árbol desnudo y las hojas color escarlata... imaginaos qué eran esas hojas y por qué decidí que agonizaran en la tierra, externas a mi cuerpo.
Me quedé ausente porque las églogas del corazón hacen que los poetas enloquezcan cuando escuchan el llanto de sus latidos. 
Querría que me vieras como una golondrina que no cambia tu balcón por una absurda estación. Pero sólo soy una humana que erra como condición, que escribe para respirar mientras tú, mi lluvia de Otoño, besas mi piel y tengo sed de ti.
Endúlzame los labios con tu cálida presencia. Ser tu razón de ser Otoño.
Que nos embriague el silencio en un lecho de hojas secas. Ansío que pidas mis pasos por donde pises, que quieras que el vuelo de mi vestido levante las hojas como tus pasiones.
Concédeme este baile para dos, que después llego yo y soy el Invierno.
_

Es fácil entender por qué las rosas crecen en las ruinas. Es tan difícil darle un sentido poético como amar. Anoche me hubiera gustado tener a Hamlet velando por mis sueños.




domingo, 1 de septiembre de 2013

ÁNGEL

Aún las estrellas tiritan en el cielo, aún el cielo sigue con sueño y siento que 'aquí dentro' no va a despertar.
'Aquí dentro' siempre hace frío y siempre llueve, huele a humedad y a hierro.
Aquí soy de hierro y llueve cuando lloro por dentro. El cielo cumple mis deseos como un fiel genio, abrigándome de este Invierno tan estremecedor que me embriaga. Quiero que bajes la oscuridad del cielo, arropame en las nubes grises, juegas con la ventaja de que siempre haces buenas mis noches. Soy un gato relamiéndose las uñas que tiene las de perder, qué le voy a hacer, decidí jugar apostándome y acabé perdiéndome en tus ojos de hiel.
Era un gato que no dudaba de sí, capaz de besar la luna por demostrar más valentía que el ardiente sol. Eran tantos mis 'eres' que en un presente fui error. Pero ahí no esta mi 'final feliz', fui un error compartido, y ahora me pesa el corazón pese a la razón que busca sabios dónde no los hay.
Voy a confiar en que más abajo no se puede caer, pues una vez en el suelo quiero sacar conclusiones positivas, como dicen tantas bocas, el asfalto se retrata en mi espalda, las nubes están preciosas y la brisa que baila las hojas es conmovedora. Y yo, soy la chica de las lágrimas de hierro que cayó de bruces contra el suelo, como también soy la chica de las lágrimas de hierro que se levantó del suelo. No será la primera, ni la última vez, y duele.
Ahora siento más que nunca las alas de mi espalda, he decidido soñar en mundo de catastróficas desdichas, ser soñador en tiempos hostiles.

Busqué un ángel en el claro de luna de un bosque lúgubre y me encontré en una realidad más tétrica, a la luz de una bombilla en un sótano de una casa en ruinas. Era un ángel y eso es lo que importa. Con su pelo de fuego ardiendo por su espalda, sus pulmones cansados de tanto dolor, sus ojos dormidos como mariposas, su piel esperando el amor y sus palabras de ceniza en cada rincón. Era la chica perfecta para que fuera el ángel guardián de mi.



martes, 27 de agosto de 2013

Cárceles de tinta (I) 'ego'

'Qué quieres que te diga si soy un sastre haciendo de mis retales tus sonrisas'

Los ojos son el reflejo del alma y perdida con mi océano a la deriva.
La brújula que me guiaba se encontró un anochecer con tu presencia
quién iba a decirme que eras el imán que arrebataría la poca cordura 
que aún albergaba la esperanza de que la tenía, de que era mía pero 
es una mujer, que por las noches se convierte en felino arañándome 
la espalda, dejándome cicatrices tan dulces como los besos robados.
Al amanecer me topé con tu piel de hiel, pidiéndome que fuera un 
soldado de escarcha en plena guerra, 'sé fuerte' susurraba en la
necrópolis de los valientes. ¿Y qué filósofo contradice la idea de que 
viven los muertos y nunca saben ni cuando vivieron o si ya perecieron?
Confía en tu razón y ahí estará tu existencia. Confía en que no eres un 
loco mas y esto no es una absurda idea de otro como tú. Confía en la 
razón que te abruma. Confía en que tu corazón late y es egoísta porque 
ni tan siquiera te incumbe. Escribo para respirar, porque un día me
percaté de que solo mis pulmones necesitan oxígeno, pero mi ánima 
pide más, quiere más y sólo mi 'alter ego' respiró cuando mi mano izquierda
hizo brotar un árbol del papel y de la pluma un pájaro, entonces me liberé.
Cama de tinta, sábanas en blanco y no blancas, mi bella durmiente recostada,
era mi imaginación, mi Don. Y entonces mi madre dijo 'eres una genia y lo que
hay en tu cabecita nadie te lo podrá quitar, son tus palabras y eres mi hija'
Entonces con menos de ocho años escribí mi libro de poesías y un profesor me 
dijo 'esto no lo has hecho tú', mis palabras no tienen credibilidad pero la mujer
que me dio la vida lo sabía, sabía quién era yo, sabía quién había nacido de ella 
y también sabía que no era parte de su vida, que era su vida entera y lo demostró.
Cuando mi cabeza llena de sangre se recostó en su pecho, puso su mano en mi, 
oí su corazón y juré que no me iría sin dar la vida por ella el día de mañana.
Haré que los ruiseñores canten para ti, que las flores nazcan allá por donde pises 
aunque creo que ya lo hacen, solo hace falta ver lo buena persona que eres Mamá.
Quiéreme siempre, confío en ti, tal y como he hecho hasta hoy en día, por ti Mamá.


Empecé hablando de ti, en medio hablé de mi ego y por último de mi madre. La vida da muchas vueltas.

domingo, 25 de agosto de 2013

Soldado de escarcha (I)


Somos lo que la naturaleza nos llamó cristal,
tendidos sobre el suelo que besamos al recordar
que la vida es una lucha constante y a veces, sólo a veces
luchas contra ti, 
y a quién pretendes engañar diciendo que sólo a veces.


Creí estar sometido al corazón, a inclinarme ante él y besarle las espinas. No me equivoqué, sólo que la razón me dio razones para razonar ante la razón de ser y ¿qué soy? 
Lucho por mi, hasta el ardor del más puro egoísmo, seguimos en la ley del mas fuerte y podemos escudarnos en que los tiempos cambian pero no nos engañemos, tiempo y persona nunca fuimos lo mismo, le dimos nombre y él nos ofreció recordarnos en la historia al precio de sangre. 
Mi historia tiene voz propia y la escucho gritar, y cuando llora quiebra mi garganta, y cuando no hay palabras se vuelve un monstruo, y cuando me doy por perdido amanezco en mi cama. Con la misma soledad de lo que fui ayer. 
Lluvia intrínseca.
Hoy me he levantado con ganas de echarme un pulso. A ver cuánto tardan en destrozarme las dos ánimas que conviven con mi existencia. Mientras tanto, me hielo por dentro
Me refugio en mi y aquí esta mi trampa. Es un día hecho para escuchar rap, para recordarme, echar la vista atrás y aunque duela, alzar los ojos al futuro confuso que ronda mi presente. Somos soldados en ira. 

Quiero luchar por mi y a veces, sólo a veces
dudo la razón por la que lucho
pretendo que las espinas me abracen y me den calor
porque ayer hacía frío, pero a quién pretendo engañar
sólo a veces el frío me describe por dentro


viernes, 16 de agosto de 2013

Dulces no sueños

- Shhhhh. I'm sleeping.

Sería absurdo pretender que la vida fuera un sueño, porque no lo es. Aunque exceptuando ese detalle, puedes hacer que tus sueños sean realidad, o no.
En mi corazón huele a libro viejo, soy la historia mas leída, mas impregnada en mi propia piel, me tengo tan calada que incluso me produzco náuseas. Porque siempre que me vuelvo a leer, siento las confusiones de taciturnas conclusiones. Retractarme al borde de un abismo aún sabiendo que no estoy del todo de acuerdo como tampoco estoy tan cuerdo como creo recordar. Mi alma de rapsoda arde entre reflexiones de café, entre idas y venidas del olor de tu piel.
En el drama asumo que soy totalmente esclava de mis palabras, pero esta vez la mano no va al pecho, si no a la cabeza, porque aquí mis delirios son el eco de las paredes, y una vez dichos vuelven a mi, me retuercen como rosas que brotan por la piel, siendo amantes hirientes y me siento vacía con mis lágrimas aunque nunca se lo reconoceré a un mortal. Creen que convivo conmigo misma y a veces puedo decir que tiene algo de verdad, pero se vuelve insoportable cuando retorno a pensar y siempre tengo algo en mente. Por esta razón a veces siento que me llamo contradicción. Si pudiera huir de mi, lo hubiera hecho hace tiempo, pero acabaría entre la lluvia recordando cuánto me echo de menos y volvería llena de heridas de guerra al balcón de mi persona. 
Siento punzadas en los pulmones cada vez que me miras, hurtas lo que ansío respirar. Y suspiro porque no sé qué hacer, quizá algún día no te mire con los mismos ojos y me clave en tus costillas, abrace tus pulmones y duela, porque dirás ¿dónde esta la chica de ayer? y te responderé, perdida entre sus pasiones. Alzaré las manos y estarán llenas de tinta, entonces sabrás que solo eres un libro y acabé de leerte.

Cuando el verbo sea en pretérito 
mi corazón se volverá de hielo.
No existirán medias tintas entre nosotros
porque serás tú y seré yo.
Te diré que mires al cielo y pienses en las estrellas
y cuando vuelvas a mirarme, no estaré.

Mis reflexiones a la luz de la luna. Que el cielo abrace a la chica de ayer y le conceda dulces no sueños. Porque no quiero soñar nada y la chica de ayer soy yo. La que en sus sueños se fugó contigo y quizá, se equivocó. 
Ah, y una botella de vodka por favor. 

- I was a drizzle and she was a hurricane.




lunes, 5 de agosto de 2013

Thunderbird (I)

Quería saber qué se siente cuando arde el corazón y no por amor.

Quería tener entre mis piernas tus vaqueros y sentir el rugido de tu corazón al son de mis caprichos. Ansiaba con un momento a solas, tú y yo, sin sueños propios de etílicos, cuerdos de razón, tuve exactamente lo que aclamaba la voz que tú no oyes pero a mi me grita constantemente, haciéndome besar la realidad, tan trágica y tan bella que nunca sabes cuando fiarte de esa puta que te hace dudar. Arañame las clavículas. Últimamente solo vivo de recuerdos que huelen a libro viejo, a un pasado tan presente que me produce náuseas, así que es hora de intentar huir de mi sombra, o quizá ignorarla y si algún día me pregunto quién es, por favor compartid conmigo una botella de vodka a medias. ¿Sabes? Ahora me apetece que suene un piano y después me sorprenda con mi mezcla cosmica-orgásmica, rock n' roll y rap.
Mis piernas te apretaron - ahora, mi amor, serás mi marioneta predilecta - iremos dónde yo quiera, cómo yo quiera y cuándo yo quiera. Amo sentir el peligro que puede correr una chica como yo, con un hombre como tú. Porque me muerdo los labios, me estremezco por dentro y cuando respiro, suspiro y siento, que eres mío. Que estás a mi merced, que somos tú y yo contra la carretera y la carretera se rinde a nuestros pies. Bésame. Tu velocidad y el viento, revolviéndome el pelo, mordiéndome el cuello, mis mandíbulas tensas, que parezca que pierdo el control pero sólo sea una advertencia para ponerme a prueba contra mi existencia. ¿Quieres saber de lo que eres capaz, quieres saber temer a ser mortal? Mi pájaro me enseñó a estremecerme por una buena razón, si las curvas tienen nombre de mujer, será por algo.
Las cinco de la madrugada, un amanecer perezoso, tú y yo sintiendo el fuego de nuestras pasiones, siendo cenizas entre susurros. California. Que amanezca mientras hacemos el amor.

Es tan fácil como conducir un coche y hablar de amor.

miércoles, 24 de julio de 2013

Mariposas de tinta

'Son historias en cada ciudad, 

en cada mente, en cada corazón,

hay una luz y hay un lado oscuro'

Arma blanca

Evádeme del mundo. Hazme creer que estoy en otra realidad, en la novela que tengas pensada para mi, quiero ser protagonista y antagonista, quiero quererte y odiarte, pero esta última que no sea del todo cierta. 
No quiero soñar contigo, quiero vivir en un sueño y que tú estés cuando abra los ojos al alba. 

Grabarnos con tinta y sentir la sangre, nombrame en cada página y sueñame cada noche

- Fluye en mis entrañas, abrígate en mi Invierno, te dejo mi piel. Y por favor, quiéreme en mi oscuridad aunque ansíes amordazarme en la luna, solo te pido que cuando esto ocurra gritaré que te alejes, pero por favor, quédate. 
Siento sentir que me arda el corazón entre suspiros. 
Te escribo desde el mar, desde mi libro, desde mi historia, desde mis palabras y con mi corazón. Cuando hablo de ti no sé donde encontrar la razón, tampoco la busco porque sé que volverá como una golondrina a mi balcón. 
Si escribes en nuestro epitafio, no olvides hablar de amor. 

Att: Alguien que puede ocupar tu corazón