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viernes, 28 de diciembre de 2012

Will be strong:

"El piano suena dulce, cuando tu tienes el control. El Invierno no es tan frío cuando abres los brazos y yo lo doy todo por sentado". 

Hoy el cielo pinta el océano de azul. Siempre me hubiera gustado ser pintora de un lienzo tan inmenso como el océano, cada día que pudiera sería diferente, porque odio las rutinas (excepto si es dormir sobre tu pecho mientras me acaricias el hombro). Pero le dieron el privilegio al cielo y yo tengo que conformarme con un lienzo, un lienzo no pequeño, pues abarca toda mi vida, mas o menos desde que supe reconocer y comprender que mi madre sonreía. Y cada día, es un lienzo diferente, pinto sin querer, solo sé vivir y no ponerme de acuerdo con la vida. Pero acabo cediendo la razón, pues no me queda otra.

Huele a café y niebla. Recordad una cosa, que nunca os mientan con "ver" y "mirar". Dos conceptos completamente diferentes y uno mas maravilloso que otro, poco a poco se comprenderá la vida, pero no del todo. Mis manos están suaves, nunca las recordé así, o quizá si, no lo sé, no importa (solo a mi).

El año se consume y yo sigo aquí, feliz como empecé hace tres. Aunque no siempre parezca feliz, lo soy. Aunque llore, me enfade, golpee cualquier pared lo soy. Siempre esta ahí, pero se superponen las desgracias y no logro distinguirla. Hasta que respiro hondo, hielo mi cabeza y todo parece estar como lo dejé. Y si no encuentro algo, revuelvo, hasta poner mi cabeza patas arriba y conseguir lo que quiero, porque sé que esta ahí y cuando sé algo, estoy absolutamente convencida (además, lo encuentro). 


Encontré a mi héroe sin querer, no tenía esperanzas ni ganas. Era una abatida de la vida, alguien que ni le importa y si alguna vez le importó no lo recuerda. Y no sabía ser feliz, porque no había tenido oportunidad de serlo y las cosas no es que fueran mal...es que eran desastrosas. Cada paso que daba el suelo se movía y iba cinco para atrás. El mundo era una contradicción hecha exclusivamente para mis tropiezos y siempre repetía las mismas palabras "juraría que he estado en esta piedra otra vez". Puesto que siempre tropezaba y las piedras existen aunque no tengan forma de ellas. Ese día no se engendró en mi una chispa, si no que hubo un corto circuito, no recuerdo prácticamente nada de mis años anteriores (a excepción de cuando era pequeña) pero sé a que de debe, pues la mente, mi mente borra el dolor, si es que puede llamarse así. Yo prefiero llamarlo estupideces que si alguna vez hice no recuerdo. Porque ya es hora de superarme, pero en parte lo veo positivo, porque esas desdichas hicieron que hoy fuera la señorita Winter. Ah sí, mi héroe. Que hubiera hecho sin él, ¿qué hubiera hecho el océano sin su pez? 
Estoy tan orgullosa de él y de las personas a las que quiero, que son pocas, pero están ahí. Gracias a ellos, sé quien soy. Y comprendí que mamá podía ser mi amiga y que papá al cabo de 17 años empezaría a comprenderle. Y que encontraría ojos verdes, marrones, color miel... por eso vi, vi mas allá que miré. 





viernes, 21 de diciembre de 2012

X-mas lights

Despertar y sin darnos cuenta de nada (como casi siempre, el mismo casi que nos salva cuando menos lo esperamos y quizá mas lo necesitamos) apoyarnos sobre los dos pies para levantarnos de la cama que nos echa de menos y el deseo es mutuo. Y rozar la nieve, porque el invierno se coló por la ventana y además de felicitar las navidades te da los buenos días. Porque hoy, no es un día cualquiera. Porque un piano suena en la ciudad y el pianista es un magnífico desconocido con un don. Sientes el amor, cuando eres feliz estas enamorada sin darte cuenta, ¿de qué? pregúntate. 

Son en punto, las doce, es hora de escribir en un papel lo que quiero para el año que viene, aunque los propósitos son una locura, algo que nadie nos ayudará a conseguir excepto nuestra propia confianza. Los ojos se alzan al cielo y la vida parece un poco mas sencilla que ayer, pero aunque vistas de seda, vida te quedas. Y que menos que celebrarlo con un desayuno entre manos, algo cálido y acogedor, que recuerde que sobre donde te sostienes es tu hogar y que para el año que viene seguirá ahí, siendo las paredes que te escuchan cuando no hay nadie. En ocasiones se sienten mal, porque pensáis que no escuchan, pero tienen mas oído que muchas personas y además "están ahí cuando vosotros desaparecéis". Siempre conformes, escuchando, en silencio, un silencio acogedor, algo que se echa de menos en muchas personas. Los silencios son necesarios, a veces soltáis por la boca estupideces, lo peor, es que esas estupideces sean las que te hagan estar con las paredes.

Otro año enamorada, de la vida, del cielo, del mundo en sí (aunque no sea del todo justo). Somos mutaciones al medio y miedo, las mismas palabras en diferente orden cuan sorprendentes pueden llegar a ser. Desajustes biológicos incomprendidos que vagan por las calles sin saber qué hacer con sus vidas cuando ya están haciendo algo, vivir. Quizá lo hacemos sin darnos cuenta. 
Otro año pensando en escribir, para quien quiera. Pero siendo egoísta y empezando por mi. Porque este blog es mi lago, mi amado lago canadiense  y la vez mi diario. 
Para este año nuevo quiero ser igual de feliz que ahora, o quizá un poco más (por superación). No pienso evadir los problemas, nunca lo hago, siempre me han gustado los cara a cara y mirar fijamente a los ojos. 

Os deseo unas felices fiestas, un gran comienzo de año y que el año si comienza bien, se supere hasta el que viene. 








viernes, 14 de diciembre de 2012

Postal Navideña sin destino pero para una persona:

Ayer éramos jóvenes, hoy somos lo que ayer se nos olvidó ser.
La vida siempre te da una razón mas para seguir con los pies en la tierra aunque el suelo sea tan sólido como las nubes. Seguimos aquí, sabiendo por qué, somos ignorantes hasta cierto punto. 
Pero aún el tiempo se nos escapa de las manos, huye dejándolas vacías y sin cobijo donde pasar la noche. Hace frío y las calles crujen, el cielo nunca fue tan oscuro ni el sol iluminó tan poco.
Desde el cielo la ciudad esta llena de color, colores que aguardan en cada balcón que alguien les de un respiro para dejar de ser insomnes. Y al fin y al cabo inundan nuestras calles, aunque no seamos conscientes hasta alzar la vista. 
La Navidad me parece preciosa, por los colores y la calidez de la chimenea, pero solo en mis sueños. Puesto que ningún color me embelesa ni tengo chimenea. Sueño con una casa cálida por una chimenea, tener a mi lado a quienes quiero y sonreír en vez de leer un libro. Las Navidades lloran desde que decidiste pasarlas en otro lugar. Pero gracias por esperar a mi cumpleaños y dedicarme tu voz, el 11 de Diciembre me hablaste y el 12 ya no estabas. Las personas creen en la casualidad, yo creo en ti y en que a veces me guías porque estás ahí. Y cuando lloro a solas susurro tu nombre y me tranquilizas, porque siento como duermo en tu regazo. 
Siguen siendo Navidades porque estas aquí, aunque solo yo te vea.
Las luces me recuerdan a ti, tan alegre y tan risueño que hasta quiero llorar, pero con lágrimas en los ojos acabaré esta carta, por ti y solo por ti. Por lo orgulloso que estarías de mi, he cambiado tanto desde mi último cumpleaños de hace 10 años. 


jueves, 13 de diciembre de 2012

sábado, 1 de diciembre de 2012

El lago de la Soñadora:

Déjate llevar por los sueños, pues querida soñadora, vives para demostrarte quién eres y a dónde puedes llegar. 

Un día el cielo sucumbirá a nuestros sueños, cayendo a los pies y asustando a soñadores, que mirarán al suelo y en ese fragmento de tiempo, donde quedarán anonadados, sus cabezas estarán vacías, enmudecerán las dudas porque nada, absolutamente nada, tendrá sentido.
Pero para ese día estamos los que no nos esperamos nada de nadie, porque algún día el cartero que no es ni persona llegará. Con buenas o malas noticias, al fin y al cabo, noticias. Suspiraremos y nuestro al rededor tornará en niebla, dejándonos sumisos en unos puntos suspensivos. 

Cogí la barca y me adentré al lago, esperando sin paciencia, como acostumbro. Mirando al mundo y no viendo nada, porque estoy ciega en cuanto a esperanza se trata. 
En mitad, las olas dormían respirando de vez en cuando por algún movimiento ajeno a mi. En soledad, el anochecer se me antojaba majestuoso, dispuesto a lucirse para que nadie se detenga a apreciar su belleza. Pero para ello, había alguien inesperado, alguien que no cuenta con nadie, ni consigo mismo para tomar decisiones. A estas horas, estarán ahogando sus penas en alcohol, pero los ahogados son ellos en sus lágrimas.
La noche gélida aguardaba una aurora, tan admirable como sencilla, pues es luz. Nacemos con los colores, el mundo es color y de repente, le sacamos los colores al cielo y nos sorprendemos. 
E ahí lo increíble de algún ser humano (por no sentirme más sola aún), saber que en la sencillez duerme la grandeza. 
No quería parpadear y mis ojos lloraron por dos motivos, por mi culpa y por la tuya, por regalarme un cielo tan maravilloso. Gracias mundo por existir, gracias existencia por acabar con nuestra destrucción tarde o temprano.