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jueves, 30 de mayo de 2013

"El retiro"


"El retiro" próximamente subiré el video, a ver si hay suerte. Por lo demás estas son las fotografías, la chica de cuadros, Jacki, es mi máscara, la que va dentro soy yo. 





















viernes, 24 de mayo de 2013

The girl who cried iron tears

Tan contradictoria como la vida
que es lo que vives mientras mueres.
Tan sincera como un corazón

que late sin querer.
Llora la chica de las lágrimas de hierro
buscando en el cielo a la estrella
que nunca le dejará de ver.
Sabiendo que esta, nunca
olvidará quién es.

Otra vez aquí, entre mis delirios de Jack Daniels y tus manos. Pérdida de contacto con la realidad.
Mi piel de escarcha en el centelleo de tus ojos, las espinas desgarrándome el corazón, tú en tierra hostil, aquí dentro en mi lucha interna. Ojalá pudiera tener las manos del odio para asfixiar al amor, tener el valor de acabar contigo y no volver la cabeza atrás, gritarte que nunca morderás mis heridas; que las cosí con tus tus palabras de hiel tras tus besos de miel, para algún día tener la certeza de que cualquier dolor será dulce porque no te pertenecerá. Pero es tan improbable como que el cielo pierda la cordura y olvide llover.

Desempolvaré mis pestañas y tú no estarás en mi cama, no habrá ropa tuya colgando de la lámpara, ni me dirás que estoy rutinariamente horrible, ni tu olor hará que desvaríe, porque olerá a ceniza y alcohol, arderá lo poco que tuve de ti conmigo, nos consumiremos como siempre quise, juntos mi amor. Renacerá el fénix en uno de los dos y déjame susurrarte que tú, no eres.

Sé que ocurrirá, mi vida de sombras

irá contigo, mi corazón dirá adiós y 
me quedaré aferrada a las sábanas, 
reconstruyendo lo que un día seré en palabras, 
haciéndome de tinta, volviéndome de hierro, 
afilando mis versos, grabándolos en mis ojos 
para ser la chica de las lágrimas de hierro.

Esperemos mi amor, que nunca nos volvamos a ver.

domingo, 19 de mayo de 2013

Brújulas e imanes

No eres el único que dibuja pájaros en alambres de espino.
Como tampoco el que ha pisado tierra hostil y sigue en pie.
- Corazón, crees saberlo todo, pero te diré una cosa, no
tienes ni puta idea de nada, excepto de amar y errar.

Cerrar los ojos bajo el mar azul, aguantar la respiración, sacar la cabeza, respirar, probar el sabor a sal de los labios, caminar hacia la orilla y sentir que el mundo se escapa de las manos.
La tierra dejó de ser firme el día que fui versátil. No coexisten los latidos conmigo, pues ellos decidieron seguir sin mi y yo me quedé aquí, atrapada en un cuerpo que en vez de dejarme volar encarcela mi existencia  en cárceles de pluma y tinta. Y contra mi voluntad llora una niña cual voz me resulta familiar.

Las brújulas dijeron aléjate y eso hice, pero acabé ante ti, porque no sabía que el corazón tenía imán. Pensé que hacía lo correcto, tú eras el caos que me hacía dudar. Me oscilabas entre el amor y la razón, hasta no saber tan si quiera si soy persona.
Mi pelo empapado cubría toda mi espalda, las gotas hacían cosquillas, pero no tenían comparación con lo que tu presencia causaba en mi estómago. Intenté convencerme de que no estabas ahí, pero tampoco sabía que tus ojos tenían imán. Me odio por ser incapaz de hacer nada por mi que me aleje de ti.
No hay guía ni manual de primeros auxilios para amar o ser amado, por eso sangro por dentro, estoy rota mientras mi razón me consuela y reprocha. Suele decir "la próxima vez....", esperemos que no haya próxima.
Siento como la voz huye de mi pecho, llegando hasta tus labios, pero esta vez ya no te quiero o al menos no del todo.


sábado, 18 de mayo de 2013

Cartas al corazón no es real, pero puede serlo.

"Sing me to sleep...sing to sleep".

Dijiste que nunca te irías en el próximo tren. Y aquí me tienes, repasando una por una las huellas que dejaste de la luna hasta mi corazón. Porque me querías tanto que nunca pensé que serías tan rápido. Como tampoco nunca pensé "ERES LIBRE".

Las golondrinas anhelan un cielo conmigo, los ruiseñores hacen la vida bella y yo tengo tantas ganas de vivir, que no solo será de aquí a la luna. Soy esa chica sentada en el hall, escuchando como la madera crepita y sintiendo en mi nariz el calor de un café, el olor a viejo y al cartero en su bicicleta oxidada. 
Él, salta la valla y entra. 

- Era mas sencillo abrir la puerta.
- Quería entrar sin tu permiso, me encanta tu voz.

A veces hay conversaciones que nos hacen pensar durante todo el día, desde su comienzo hasta que los sueños, sueños son. No sabemos ni qué pensamos ni a dónde queremos llegar, como quizá tampoco lo sepamos hasta vivirlo. 
A la mañana siguiente, llamaron a la puerta, bajé corriendo, recién despertada, justo como nos gusta que nos vean. Me quedé sin palabras.

- Traigo algo para ti.
- ¿El qué? 
- Una carta.
- ¿Cuál carta?- Se fue, sonriendo y sin decir adiós, creo que ahí no acababa mi despedida. - Espera, ¡espera!- Pero no pude evitarlo, se fue. 

Sé que volverás con la exactitud de que el reloj nunca señala la misma hora en un día. Me quedé sin palabras, sin entender nada, cómo voy a entenderte si no te dejas entender. Esa noche no dormí.
Pero por la mañana, apareció, aunque esta vez no llevaba su traje azul. 

- ¿Quieres venir conmigo?
- ¿A dónde?
- Confía en mi.
- ¿Cómo voy a confiar en un desconocido que me deja siempre con la miel en los labios?- Se echó a reír, tenía una de estas sonrisas que hacen que mi hoyuelo derecho resalte sin querer. Entonces su mirada lo dije todo, soy una loca y no pienso las cosas, me dejo llevar y luego la almohada me abraza mientras lloro.

- Aquí es donde todo el mundo envía una carta y no llega a su destino. Lo llamo el club de los corazones rotos. Fui a tu casa, me hablaste y entonces tuve claro mi destino. Ya sabía dónde ir si quería encontrarle, por ello te envié una carta, no la viste, porque un sentimiento no se ve. Mi corazón se arrodilló ante ti, me suplicó que fueras tú quien dormiría en él. Siento no hacer caso a mi razón, pero ese día estaba afónica y no logré entenderla. 
Vivo entre cartas y hay tantas personas que no encontraron sus destinos que quise ir al mío, contarte esto y esperar a que me des un beso en la mejilla y me digas que soy adorable. 


Cartas al corazón no es real, pero puede serlo.



viernes, 10 de mayo de 2013

Pour toi, Paris n'a pas de lune

Huele a Otoño, a hojas secas, libros viejos y humedad. Aunque hoy no estás en el aire, he decidido darme un respiro. Para pensar sin ti, porque solo hablaría mi corazón. Asleep

Sueña ruiseñor entre los cerezos en flor
abrígate con tus plumas porque hoy muerde el frío
en este extraño lugar. Donde nada es lo que parece
porque siempre lo fue.

El gentío hoy solo son murmullos. No hay golondrinas en mi balcón, ni Romeo esta esperando abajo, viéndolas cuchichear sobre mi sujetador. Porque hoy no hay nadie, excepto yo. He decidido encerrarme en mi. Arropada entre libros y café, por eso, si entrarías, olerías a vejez o poeta delirante. Y si te pregunto que mires a una ventana y me digas qué ves, no me respondas un paisaje hermoso, por favor. Sé perfectamente lo que hay ahí fuera, como también sé que no solo son árboles, a la derecha hay un cuadro de una mujer, aferrándose a sí, a la izquierda dos hombres besándose, un boceto, las cortinas están enmarañadas y si nos fijamos mucho en el cristal derecho podemos ver a la chica que sacó la foto (un trozo de su silueta). Me siento como Sherlock cuando observo una fotografía, son maravillosas. Pero no quiero llegarte a esa conclusión, si no que siempre  hay algo más. La vida no es simple, tiene muchas cosas que pasan desapercibido y muchas respuestas, pero hay que fijarse mas y sobretodo recordar. Los pequeños detalles pueden darnos un giro tan radical que parezca que hayamos vivido en otro cuerpo.

- Conozco al hombre perfecto. Capaz de besarte y hacerte el amor con unos versos. De sacarte sonrisas y lágrimas sin querer (y que sea de verdad). Que te haga soñar estando despierta y que los sueños parezcan realidad. Y ante todo que haga que veas la vida tan diferente como que por esa ventana no existen árboles si no París. Los libros mademoiselle.


domingo, 5 de mayo de 2013

Entre versos y besos de ántrax.

Tu ausencia hace de mi fortaleza,
mientras tu presencia desnuda mi flaqueza.

Me siento rascacielos. Somos tan semejantes que resulta abrumador. Anhelamos llegar al cielo, dos ilusos, y yo, creyendo que estoy cerca de ti, mi cielo. Crédulo sabiendo que soy de carne, hueso y tan crudo como la realidad que aprieta mi pecho. Discúlpame pero aún siendo de hierro tú serías la lluvia, mi lluvia en el momento y después empaparías los ojos de otro desconocido. Mientras yo, un rascacielos oxidándome entre las pasiones que tú me quieras dar, haciéndome el amor mientras la ciudad duerme y cuando estés impregnada en mi piel decirme que te vas. Humedeciendo cada cristal, para luego irte a otra ciudad. Me engaño a mi mismo haciéndome ilusiones de que jamás volverás, de que mañana cuando me mire al espejo seré yo y no tu reflejo, pero vuelves. Tan lúcida y bella que vuelvo a besar el suelo, rompiéndome en mil pedazos y esperando que te quedes a dormir conmigo y ya habrá tiempo de hagas de mi mejor persona. Siempre estuve en el centro de Nueva York, alzando mis esperanzas al cielo mientras tú solo veías luces. Dejándome la piel por ti mientras esperas en la estación para coger la primera nube que te haga soñar, hasta que la arrojas a las alcantarillas, porque es mas cálida la cama, las sábanas, el olor, el amor caduco, QUE NI ES AMOR, de otro. Hay monstruos en las vías subterráneas en las calles de Nueva York, lástima que solo sea uno y comparta soledad con la oscuridad. ¿Qué querías que fuera? Podía ser persona, pero volverías, así que fui monstruo.
Búscame en las entrañas de la ciudad, bésame, dime que no soy el mismo y sé efímera como el humo. Hasta que un día vuelvas a buscar mi amor y no esté, porque me habré superado. Seré el cielo y tú un rascacielos. Estarás tan lejos de mi que añorarás, o así quiero creerlo. Hazlo, odiame hasta que mi existencia solo sea un recuerdo.

- Queremos rozar el cielo y esta tan lejos, siempre lo estuvo. Somos hasta que dejamos de ser.