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viernes, 30 de julio de 2010

Desierto.


Un hielo que se consume en un desierto.
Tengo sed, le necesito a él.
Si un genio me concediera un solo deseo, le pediría sumergirme en sus ojos.
Perderme dentro de él y con él.
Nunca me he sentido atada a un querer. Pero es diferente...
No estoy obligada a estar atada, pero lo estoy.
¿Si confieso que mi vida es él?
No es amor de verano, y tampoco pasajero.
Aunque, ¿quién tiene en cuenta el sentido de los sentimientos con quince años?
A mi corazón lo llaman inexperto. E hipócrita al creer que tiene lo que las lenguas dicen que no.
Me conmueve deciros, que para saber lo que una persona siente por otra hace falta vivirlo desde dentro.
Solo yo, se que hay dentro.
Nunca os han contado...¿que esta mal eso de hablar sobre lo conoces?
Hay que cerrar la boca al hablar de los sentimientos de una persona, aquí ya no hay libertad de expresión.