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domingo, 2 de marzo de 2014

Destino: ________________________ , poesía para mi abuela

Dime cuál es el destino de esta carta que te escribo:

Camisón violeta para mi bella dama, en un lecho de seda con las manos heladas.
Juraría por mi vida que una vez te vi las alas, mientras en el sueño eterno
rozabas mi alma, y esta cayéndose al suelo, rogó por favor el reino de los cielos.
Casi mediodía cuando el reloj que tenemos por vida dejó sus agujas tras de sí.
Mi corazón rugió tan fuerte que se quebró el cielo e incluso el sol se echó a llorar.

La mujer que amó a lo que yo más he amado.
La mujer que dio la vida a la que me dio la mía.
Cuánto te he querido y cuánto te querré.
Cuánto amor te guardo donde nadie lo pueda ver.

Fue la mujer que guardó el tiempo en álbumes y cajas de cartón, en cartas y
en su corazón.
Guardé tu recuerdo en mi memoria, pero dejé la jaula abierta para que vieras
todo aquello que tenía para ti, pues pensé en tus sueños y creé un mundo soñador.
Donde volábamos a un amanecer en un desierto de cañones, y cuando te imaginé
viviendo aquello que tú viviste, pensé que nunca había visto realmente tus ojos,
pues como esa vez jamás los vi.

Recé al cielo sin creer en Dios, porque necesitaba 
la certeza de un destino, por si acaso mis palabras 
llegaban a tus oídos.
Tiene que haber un reino para mi bella dama.

- Mi tesoro...