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miércoles, 11 de mayo de 2011

Acaricia la piel de hielo y lija. Y sensaciones, descritas por el ser humano "como mariposas", revolotean por Tierra, Mar y Aire, de pies a cabeza.
Sus labios tiemblan en mis manos y su cuello traga el miedo; en zarzas se atraganta bajo mis manos.
Aprieta sus párpados fuertemente, para que ningún sentimiento ose abrir o cernirse por alguna rendija.
Puesta a sentir sus sentimientos en corazón, perseverar el tiempo es la mejor codicia que puedo deleitarme, cual placer sabroso.
Y porqué no, acariciar su pecho un desbocado, recóndito, prohibido, temeroso corazón de un ser humano, de ti, mio.
Quien sueña verme a su vera, acostada en una cama con sábanas de nieve.
Déjate llevar en mis noches invernales.

Dulce, inocente, LETAL. Secuestrarte de por vida si osas, solo si osas, escaparte. Y como arma blanca usaré esos labios que tanto temes y esas dagas que poseo por ojos.