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sábado, 20 de octubre de 2012

Mi heroína:

Un dulce anochecer, sin nada que hacer. Con el mismo pensamiento de siempre, levantarme de mi vagancia  y hacer algo productivo, aunque el sol no esté para sacar brillo a mis progresos. 
Pero siempre acabo aquí, delirando con mi perdición, divagando con la locura y buscando sentido en el Reino de lo Absurdo. 

Abrí los ojos hace tanto tiempo que ya no recuerdo cómo ocurrió. Solo sé que noté en el pecho punzadas de dolor, me estremecí y mi corazón tornó a cristal, con la facilidad del cielo en crear el atardecer y anochecer. Desde ese día supe que alguien, tarde o temprano, entraría sin llamar, causando algo que no se puede explicar pero una  palabra le da sentido. Amor. ¿Cómo saber que es Amor el Amor? Y con preguntas como esa es como despiertas en el Reino de lo Absurdo sin saber qué decir. Sin saber por qué inventamos una palabra que no tiene sentido. 
Una vez dentro es tan fácil hacer de ilusiones añicos, de sueños pesadillas y de sonrisas lágrimas. Aún pellizcándote no despertarás, pues si es un sueño jamás lo sabrás. Pues quizá mientras duermas sea la realidad y cuando despiertes todo sea un sueño. Nada tiene sentido hasta encontrar abrigo en la persona que entró sin llamar. Entonces serás mi sueño y viviré de ti sin saber absolutamente nada de la vida, serás el oxígeno que llena mis pulmones y el latido que activa mi mecánica. Seguiré siendo una persona que se hace preguntas sin respuesta, que algún chiflado filósofo entienda pero que la humanidad entera no comprenda. Entonces la ignorancia de los conformistas brillará por la ausencia de inteligencia y aquí seguiré, con las mejillas escarlata en un mundo que no sé si he creado yo, pero desde luego que no sé en qué estaría pensando.

Mi esperanza, mi heroína, a la mujer que siempre espero con la piel desnuda que me deja con la miel en los labios y mil heridas. Pero sigo aquí sometiéndome a tus torturas, buscándote para saber que cuando te encuentre serás la Reina de los Etéreos y querré alas para ir contigo hasta las nubes, hasta donde tú quieras llevarme. 

Hasta que desperté. Dejé de amar a mi heroína y me encontré en un espejo. No me enamoré de mi, pero supe que si estaba conmigo nunca estaría sola. Me convencí de que la soledad era la mayor estupidez jamás conocida. Decidí viajar a romA en busca del Amor. Y aquí estoy, entumecida entre el lago que creé con mis lágrimas y feliz por encontrar a la persona que ME daría sentido. Todos los caminos llevan a romA y sin ti solo serán ruinas. 


PD: Hoy es el primer día que hemos visto un arco-iris juntos.