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lunes, 1 de octubre de 2012

Una vida cargada de cafeína, porfavor.


Una vez la cafeína surta el efecto deseado, buscaré, ¿el qué? No lo sé, ¿por qué? No tengo la menor idea. 

Siempre acabamos aquí, justo donde volvemos a empezar. Al borde del vacío existencial, tras haber tropezado con las piedras que el destino acomoda a continuación de los hechos, las consecuencias. Tan infalible e inoportuno como siempre, esperando con paciencia a que muerda el suelo, con la sus pupilas clavadas en mis pies un despiste y habré activado las armas de destrucción que yo misma he creado, inconsciente, consciente y subconsciente. Mis tormentas, sin las cuales aunque quiera, no puedo vivir. Estaré ahí, tropezándome y levantándome con ayuda de las que me hicieron caer. 
Una vez sacudido el polvo de mis rodillas, llegó la hora, tal vez el attosegundo exacto en el que emprenda un viaje por las idas y venidas de lo que llevo aquí dentro. Con lo puesto, claro esta, solo con la ropa y abrecartas, por si deseo arrancarme los recuerdos del corazón. Me encuentro donde todo se ve borroso, donde el mundo quiere que le conozca poco a poco, otorgándome cada sentido a su debido tiempo, pues no hay prisas si lo observas desde (SU) otra perspectiva. De considerar la vida superflua a ser irremediablemente ineludible. Disculpadme, no soy la única que no sabe apreciar las cosas hasta que las pierde, pero he cambiado y aún en mi juventud puedo buscarme un remedio mejor que la enfermedad. Por ello me dejo fluir entre versos y pequeños detalles que hacen florecer la primavera en la imaginación, llena de frescura, dispuesta a jugar contigo a que la desgastes inútilmente. Soy conscientemente inconsciente de haberme despertado de mi subconsciente. No hace falta que las voces griten "bienvenida a la ciudad" cuan la hipocresía brilla por su presencia. Yo sola sé darme la bienvenida y la ciudad solo son humo, edificios, voces y escalofríos; mientras mi vida consta de mucho más (tardaría una entera en explicarme). Y aquí estamos, dispuestos a todo, excepto de saltar al vacío.