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lunes, 11 de febrero de 2013

Hippocampus

Ni el cielo ni la ciudad son algo si tú no estás. Porque tu sola presencia hace del mundo una utopía contradictoria, porque es tan real que no me lo puedo creer. 

Nunca ha hecho falta que te vayas para echarte de menos y así darme cuenta de que estoy realmente enamorada. 
Cuando te pierdo de vista y al instante vuelvo a encontrarte, me enamoro un poco mas, ya sea por tus labios entreabiertos, tus ojos oteando las musarañas o tu sonrisa esperanzadora. No hace falta que digas una palabra porque el reflejo del alma me estrecha una mano para que llegue hasta el océano que me confiaste. 

Llené de plumas mi cama, para que durmiera un ángel. Porque no recuerdo quién habló de alas sin estar el amor presente. Ni quién habló de conciliar el sueño sin dejarme acariciarte. Sé que sufre tu insomnio por no soñar en el castillo que te hice en aire, por eso me quedaré despierta hasta que duermas, acariciándote con suavidad, porque te mereces mas que un sueño, porque eres mi sueño hecho realidad. Y cuando sea consciente de que sueñas, me acurrucaré entre tu calor, porque soñaré que te encuentro, perdido entre todo lo que creé para tu felicidad. 
Entonces mis creaciones cayeron a un vacío y mis rodillas se rasguñaron contra el suelo, pero tus palabras fueron "no quiero nada si mi princesa y futura reina no esta, así que este lienzo en blanco es para demostrarte que lo único que necesito es a ti y que tu imaginación me haga viajar". Las lágrimas brotaron, creando una preciosa vida con vistas al mar, con aire desintoxicado y comprendí, que hay lágrimas de felicidad y que si lloro con ellas quiero tenerte aquí, junto a mi vera, llorando conmigo por nuestra felicidad.

En tierra hostil el mundo se estremece, sé que estoy aquí, entre desgracias y tragedias. Tengo miedo pero aprietas mi mano y el mundo parece ser menos cruel, pero ambos sabemos que las apariencias engañan, aunque no la sensación de protección mutua, hoy por ti, mañana por ti y por ti hasta el día que caiga en sueño eterno. Juntos hemos superado retos, para sonsacar moralejas a el daño, que seguimos aquí, juntos.

Quiero contarte mil historias en un bosque, primero a ti y luego a tus lunares, entre lobos aullando. Quiero soledad para compartirla contigo, tú y yo, diciéndote todo lo que sentí por ti cuando empecé a darme cuenta de que sentía. Escuchar los gemidos de la madera y la prisión en la que nos hemos encerrado, seamos sinceros, entre tú y yo no hay llaves. 
El tick-tack es tan dulce porque contigo parece que fue ayer aunque hayan pasado mas de tres años y medio casi cuatro. Brindemos para toda la vida, porque esto solo es el principio y ni muertos habrá final. 

Porque un día te encontré sin saber cómo ni por qué. Disculpa, me llamo Sarah y vengo para quedarme.