Hoy me desperté de mi letargo sin ganas, pero me prometí cumplir un deseo, por pequeño e insignificante que pueda llegar a ser. Porque una vez aprendí que en la sencillez duerme la grandeza y solo hay que despertarla, con ternura para que no sonsaque a las bestias. Decidí arriesgarme a una noche entre fríos y distorsiones de la realidad por tumbarme sobre el césped húmedo. Tanto que los huesos se estremecieron pero cuando la tierra te hace un colchón no hay que desaprovecharlo. Por lo que deseé lo que mas aprecio de mi, la imaginación.
Existe en la faz de la tierra un olor, que me hace viajar y solo lo posee el tiempo, el olor de un libro viejo o custodiado por una inmensa biblioteca. Siempre de aquí para allá sin rumbo pero con el corazón como brújula, guardado en la manga, por si el momento oportuno sucede cuando menos lo espero y mas ansía el destino a dejarme perdida entre sus fauces.
Cada vez que cierro los ojos juro estar y no parece un sueño, en un mundo tan familiar como único. Porque desde pequeña, cuando brotó en mi el amor hacia los cuentos y novelas empecé a construir aquello donde los libros se hacen realidad. Un lugar tan acogedor que tantas veces quise dejar mis maletas en la tierra e irme allí para volver cuando la tempestad solo fuera lluvia. Vivía mas en mi mundo que en el nuestro, porque cada vez que acababa un libro solo tenia que pedir otro, tomar el camino a mi segunda casa y ser aquella pequeña niña indecisa que llevaba trece libros que abultaban mas que ella. Con el tiempo y al ser casi una adolescente me dejaban llevar mas de los permitidos, porque de una manera u otra, los responsables de mi puerta hacia un lugar insospechado, sabían que era como mi segunda madre. Desgraciadamente el tiempo y su escasez no me dejan enfrascarme tanto como me gustaría, pero cada noche soy fiel a mi rutina, aunque solo sea un párrafo y mis ojos quieran dormir, no se lo consiento. Pueden llamarlo manía, pero realmente es una adicción y soy consciente. Por ello cuando me faltan los libros tengo las mas hermosas nubes, llenas de hadas, dragones, príncipes, heroínas y desconocidos que ya sea el final feliz o no, acabo conociendo y lo mas importante, sintiendo sus pensamientos y emociones.
Cada vez que el mundo en el que vivo intente ahogarme leeré un libro, cada vez que la bestia quiera salir leeré un libro, cada vez que quiera llorar leeré un libro, cada vez que quiera escapar lo haré. Porque siempre ansié viajar, perderme y encontrarme, para decirme: "te noto buena cara, parece que has cambiado".
Siento ser en ocasiones impulsiva, no puedo evitarlo es algo que llevo dentro de mi, aunque duela, acepto errar y aprender de mi tanto como pueda, porque si tengo miedo los libros son mi refugio mas ansiado y las nubes mis maletas, siempre empiezo pero nunca sé donde puedo acabar.
Y este es el cielo desde mi ventana, dulces tardes damas y caballeros.
