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domingo, 8 de diciembre de 2013

Éramos una montaña rusa desde el clímax de la torre Eiffel
hasta el suelo que besamos como solíamos hacer,
cuando hacías que mis comisuras rieran hasta doler,
cuando hacía que vivieras, con emoción por verte feliz.
Y el cuando frenó en el tiempo y se quedó en nuestro pasado.

Ahora somos el pretérito en todos sus tiempos.
Tú y yo somos un fuimos en las calles de París.

Éramos una montaña rusa desde que leí tus palabras,
sin aún conocer tu voz, y puedo susurrar que me enamoré.
Qué es enamorarse me pregunté y tú custodiabas mis respuestas.
Bajo tu pecho de hierro, acuérdate de que era lluvia.
No estábamos hechos el uno para el otro, pero nos hicimos.

Ahora somos el pretérito en todos sus tiempos.
Tú y yo somos un fuimos en las calles de París.

Éramos una montaña rusa y el amor duele a mi alma,
y yo pensé que era tan fuerte de poder con el destino,
y la duda pone mis certezas a prueba, poniéndote en mi cabeza,
clavándote mas allá de mi pecho y por último, en mi garganta.
Mi voz en rosas implora las palabras mas bellas.

Ahora somos el pretérito en todos sus tiempos.
Tú y yo somos un fuimos en las calles de París.
Éramos el sonido del violín. Tú, yo y el tiempo que nos haría envejecer.