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domingo, 29 de diciembre de 2013

El libro de las rosas

Baila el agua desde las estrellas
hasta los labios de una mujer alada.
Las gotas besando el alma
y un haz del cristal de los ojos
llegando a cada lunar de la luna,
respirando el olor de la madrugada
que vaga descalza en la soledad.

Baila el agua en latidos de escarcha
y en la tierra la mujer desnuda,
entregando su piel al cielo y,
algún año, de algún mes, de algún día,
un poeta dejará volar la pluma y soñará
su cuerpo en el jardín de las Hespérides.
Y siempre será la misma mujer,


pero nunca será el mismo poeta.