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viernes, 23 de noviembre de 2012

SER humano. SER o NO SER.

"Siempre hay tiempo para ti, mi fiel Invierno".
La ciudad tan frívola como siempre y el corazón temiendo la razón de ser quién es. Porque siempre somos aunque no queramos ser. 
Busco algo que quizá no se encuentre entre el gentío, pero no lo sé hasta que el destino me hace caer de bruces contra el suelo y ruedan mis esperanzas hasta caer por una alcantarilla ebria. Con las rodillas heridas pero más herida la mente que la presencia continúo, pues no hace falta detenimiento para buscar filosofía, pues no llegaré a una conclusión. No habrá fin en el Universo hasta que alguien choque con el telón y el escenario caiga al vacío como el mundo que esta en nuestras manos y nuestras manos son su destrucción. Los humanos somos tan predecibles como siempre. 
Llegar hasta aquí, para no saber cuando moriré ni que será de mi cuando sea cenizas. Para ser una incertidumbre pensante, temiendo la realidad y prisionera de sus brazos. 
El pianista entona un réquiem y cuando le conoces, ves a la compositora muerte.

El ser, tan efímero como la vida. Tan imprescindible la como la guerra para la paz. No vuelan las palomas blancas en el cielo, porque no hay cielo para el odio. No existe el cielo para quien muere a manos de un soldado ni cielo para arrepentirse por los hechos cometidos. 
Pero siempre habrá un lugar, desconocido pues nadie vivió para contarlo. 
De mientras la vida invade la tierra y la muerte el subsuelo. Y aquí estamos, condenados a Maslow.