- ¿Ves nuestras constelaciones en el cielo? Son nuestros cuerpos.
- No veo absolutamente nada.
- Entonces, cierra los ojos.
- ¿Cómo quieres que vea sin los ojos?
- Verás, cuando cierro los ojos hablas a mi vera, cuando cierro los ojos nos veo en el cielo, cuando cierro los ojos hago de mi sueño realidad, pero si los abro no hay magia eterna, entonces tú dejas de estar y lloro por llorar, porque nunca has estado ahí cuando abro los ojos, por eso amo soñar.
Un humano acostado en el asfalto frío y gris. Viendo la plenitud del cielo, cuando cierra los ojos.