Seguidores

lunes, 28 de octubre de 2013

El verso mágico

- Podíamos hacer magia tú y yo...

He de decirte, que mi ilusionismo solo es mágico a tu son.
Voy a llamarle magia, a lo que haces en mi. Pues si te veo siento que el corazón quiere salir de mi chaqué, justo por donde se encuentra el bolsillo con el pañuelo blanco que utilizo para secar los restos de amor. En mi chistera brilla la negra locura intentando darme conejo por razón, y no es así, la función no acaba aquí.
Créeme, puedo jugar con los naipes, pero no tengo un as en la manga si sale cualquier corazón y menos si eres tú, mi rey de corazones. Cuan aprieta la pajarita a la hora de respirar, no sé, pero quizá me quites el aire; en cuanto a las palabras, no sé que excusa poner para no decirte que no hay truco que valga.
Nunca conocí mejor mago que tú, explícame de dónde te sacas el mundo de dos. Y por favor, no me digas que esto es cosa mía y de mi amor.
Abre los ojos, echa a correr y esta vez no iré tres pasos por delante, puedes tragar el fuego, pero no hay mas ardor que mis besos, puedes tragar una daga, pero no hay mas dolor que mi daño.
Haz que vean lo que no eres, déjame desvelarte truco por truco, entre tú y yo no hay mas magia que tu amor y el mio haciéndonos nuestros.

Sin ropa, sin hilos, sin trucos, sin ilusionismo por doquier, la magia de hacer el amor con quien amas.

Nuestro amor podía durar lo que dura una función. O mejor aún, la vida del mago.