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sábado, 12 de octubre de 2013

IRON: I REMIND OUR NEVERLAND

Un día te soñé despierta y desde ese día solo sueño con los ojos abiertos. 

Eres lo que quería soñar, pero disculpa, 
pues solo te sueño despierta, 
soy incapaz de soñarte dormida.
Por esa razón soy insomne, por recordarte.
Aún cuando la luna se alza en el cenit, con su
encaje azul, soy tan estúpida de ver mas allá
de sus deseos de pasión y resistirme a la tentación
de hacerle el amor a lo que no sea tu piel. 
Ella se consume en el día y amanece mi amor
 con ojeras, mis delirios con la certeza
de que anoche hice lo correcto, ¿y correcto para quién?
si tú ni tan si quiera me piensas, si quizá sólo veas 
lágrimas donde es amor. 
Si quizá sólo creas que sólo siente mi corazón. 
Si quizá sólo creas que sólo siente él, y yo no. 
La escarcha abriga al puente de hierro y la comparación
se torna a ti, de escarcha y a mi, de hierro.
Y ahora que te has vuelto de hielo ¿qué va a ser de mi?
si por ti ardí hasta ser ceniza. 
Ahora las costillas me muerden el corazón,
por haberte odiado cuando quizá, debería haberte amado.
Ahora, soy tan estúpida de echarte de menos y seguramente 
a las 12 de la noche cuando mi coraza y no carroza 
deje de ser de diamante y se convierta en calabaza
piense en ti. Tu sonrisa sonriéndome, qué feliz recuerdo.
Y qué trágico que sólo sea uno de tantos.
Siempre quise ser princesa ante tu presencia, y no sé 
si ahora, hecha jirones me amarás.