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miércoles, 16 de octubre de 2013

Lobos en guerra



Siempre fueron tiempos de guerra ¿cuándo la vida no esta en guerra para luchar por otro último aliento?
Seamos lobos en esta guerra y temamos al ser humano, tal como le engendramos. ¿Y qué somos? ¿el ser humano existe o le creamos nosotros? Pues bien, yo dudo que vayamos al son de su significado, por lo que opino que nos creamos a nosotros mismos o mejor aún, somos creados por nuestro alrededor.

Comenzamos siendo de carne y hueso, ¿luego qué? nos convertimos en nuestros monstruos mas temidos y nos cobijamos en lo que sentimos ¿para qué? para empezar a construir un laberinto con nuestras propias manos. Después decimos 'nos hemos perdido' y sabemos la coordenada exacta en la que nos encontramos, pero lo vemos en tercera persona, como si fuéramos una parte externa de nosotros mismos.

(Quizá ahí nazca el problema mente - cuerpo) 

Podía decirse que somos dos personas, primera y tercera. ¿Cuando te ves, cómo te ves? Sin duda en tercera persona, perdida en mitad de un lúgubre laberinto, y si por un casual mi cabeza osa atreverse a ser primera persona lo cambio con la rapidez con la que una mariposa bate las alas, aunque yo decido si las bate o no. A veces las alas no baten porque yo no quiero, entonces en primera persona veo al lobo (humano) adentrarse en mis entrañas (laberinto), sus zarpas rasgan la tierra sin querer (¡imagínate como podría acabar mi piel!), su respiración se consume en la atmósfera, sus ojos brillan como las lágrimas de los caídos, su cuerpo dice tanto como calla. Y yo sigo aquí, en primera persona.

Ojalá el corazón fuera mi granada de último recurso aunque ello implicara la putrefacción de dos cuerpos. 

Dos cuerpos, dos animales ¿y por qué? porque aquí no hay palabra que valga como arma. 
Los instintos de supervivencia luchan por la ley del mas fuerte y si es ley ¿a quién hace justicia? Si la justicia existiera, lo haría. 
El lobo, y yo cual lobo, luchamos por lo mismo. Tengo miedo y estoy segura de que todos los fuertes en su día lo tuvieron, el miedo siempre esta presente, pero quizá me equivoque y no sea miedo, quizá acabe de crear un nuevo sentimiento, quizá sea 'el sentimiento del que va a morir' del cual la humanidad no consta, porque nadie vivió para escribirlo. Y si no muero, no habrá sentimiento alguno.
El destino lo hará sobre la marcha, como siempre.
Le veo, me veo, pero esta vez en tercera persona y mírame, capaz de con un rugido hacer la tierra hostil.

Perdida en mi propia creación me encuentro, en la creación de ella.
Ante yo siendo lobo y ella, siendo lobo. 
¿Capaz de qué? Capaz de todo. Pero depende si habla ella o hablo yo.
Mírala, es un monstruo, mírame, si somos la misma.
¿Qué estás dispuesto o qué esta dispuesto a hacer en esta guerra?