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miércoles, 19 de octubre de 2011

CO[N]RAZONES


Nunca podré quitar a la pureza la pureza.
Nunca la nieve será negra, siempre será pura blancura. Jamás el agua será opaca, pues no puedes despojarle de su pura transparencia.

Y de ello me remonto a tiempo atrás, al caer de las hojas en Otoño, a escuchar la lluvia cuando solo son hojas sopladas por viento. A un caudal de sensaciones, a una piel, a los poros de una piel, a las entrañas de los poros de la piel. Segunda estrella a la derecha, he ahí el nunca jamás del ser persona.
No eres culpable de temer a la inmensidad de cuerpos que giran a tu alrededor, pues cada uno de ellos es innato en pensar y actuar. Puedes tomarlo como guerra, ya que necesitarás armas para defenderte de lo corriente y luchar por hacerte un hueco en este mundo a-normal. (Sé tu mismo y te destruirán, mas bien, algunos lo intentarán). Pero tú, cuando hables a solas contigo mismo, frente a tu reflejo, el espejo; sabrás quién eres y qué eres respecto al Universo. (Nunca podrás ser objetivo en el mundo de la subjetividad).
El quebradero de cabeza llama a la puerta de la razón, abres y procedes a ser autodidacta en tu experiencia. Aun sabiendo que en la Tierra desgarra hasta la respiración de un corazón. Llámalo valentía pero cuando mires tu reflejo verás que eres pura debilidad. No intentes engañarte a ti mismo, es la cruda realidad...
¿Quién eres? -preguntó el espejo. - ¿Quién soy?- contesté yo.

Quiero que sepas que pese lo anteriormente dicho un cisne nunca perderá su blancura en aguas ruines y siempre lucirá sus plumas blancas.
Pues la pureza no se pierde, se esconde. Siempre serás puro viéndote con tus propios ojos, lo que vea el resto es a lo que ellos denominan realidad (no una para todos, una para cada uno).