Hice estas fotografías y mi amada casa de pueblo (aunque trágicamente los espacios verdes se hayan convertido en edificios, contruyendo dinero y destruyendo mis recuerdos.
Pues en la huerta, se encontraba esta pequeña libélula, surcando las flores y los trozos de madera. Y ya que para mi es un ser vivo precioso, que menos que aprovechar su presencia y quedarmela estampada en fotografías ^^
Lo que más me impactó fue ese color azul, brillante e intocable.Y sus alas, quiero unas alas de libélula.
Fotografías: Secreto para sacar las fotos tan de cerca con un zoom de 18-55 mm, sigilo y silencio. Andar despacito, muy despacito y sin hacer el menor ruido para no asustarla. El resto, ella hizo las poses. Fin del secreto. Después de mi pequeña exhibición, la cara de Andrés de inquietud y tensión, era graciosa.