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viernes, 8 de noviembre de 2013

Woodland's lullaby

Quería una nana para la tierra durmiente, y decidí huir del humo metropolitano. Siento como si los edificios fijaran sus miradas y fueran gigantes que pueden caer en cualquier momento, siento temer, muy a mi pesar, que mi hábitat no son el gentío consumiéndose en las calles, ni Chanel haciéndonos oler a menos monstruo y más humano, ni el ruido constante de los motores jerarquizados, ni nuestras apariencias de dinero haciéndonos mejores y peores personas, no.
¿Dónde esta la carta de mi persona para reenviarla y decirles que "se equivocaron de destino"? Soy una carta perdida en el mundo, de letras que me hacen humana, de sentimientos que me hacen humana y de entrañas, que no sé yo si serán inhumanas.
Decidí buscar mi destino una de esas mañanas que te quedas sintiendo la brisa matutina, que huele a día gris y el baile de las cortinas te hace pensar que no estas pensando absolutamente en nada, entonces piensas una absurdez que deshojas cual margarita, ser, no ser, ser, no ser...llegando a la conclusión de "qué hago aquí siendo quien no soy ". Entonces abres la maleta y no sabes qué coger, ¿por qué? porque no hay nada material que falta haga. Repites el proceso, sólo que esta vez abres los pulmones y sabes perfectamente que sólo puedes coger aire, pero tal vez también libertad.
Las personas se asoman a las ventanas, los edificios abren los ojos ciegos y no ven a una chica, si no a un animal guiándose por sus instintos de mera supervivencia. Te ven a ti, tan rebosante de vida, que algo lo cual ignoran arde en su pecho. Y mírate... nunca te vi tan preciosa...
Tan segura de ti misma que el cielo se pone a tus pies.

La nana de los bosques, susurra el viento entre los árboles
y mi pecho besa el aire como lo haría mi amor contigo.
El sol mima mi piel grisácea del humo constante, haciéndola
tenue como uno de sus rayos al atardecer. Su calidez me calma.
El olor de las rosas frescas endulza mi sonrisa mostrándome
los hoyuelos que entre tanta tristeza creí perder.
Me siento tan indefensa como el animal más vulnarable y tan
llena de confianza y fuerza como la reina de la selva.
Libre.


Pregúntate cómo ser libre. Sé libre. Escribe tu libertad. Recuerdala por siempre