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lunes, 2 de abril de 2012

Raven's clock (I):

Acurrucada en la niebla de la razón:
Busco lo que se encuentra en novelas, ansío con encontrar un cuerpo de letras al que sustentar. En silencio escucho el repiqueteo del cuervo, como si de un reloj se tratara. Desgastando mi paciencia, mientras solo sé dejarme llevar. ¿Por qué no iba a hacerlo? 
Sé que es paradójico que para ser libre tenga que entrar en mi jaula, solo entiendes el mundo cuando eres el consumidor de la vida que conlleva. Y en ocasiones, se escapa de tus manos. 
Un paso más y mi piel tornará a plumas, adentrándose en lo que me hace cosquillas en las comisuras. Escapando de la cruda realidad y sabiendo que jamás podré huir de ella. Me estremezco, otra vez el cuervo llama desde las entrañas de la razón, posado sobre una rama de sauce llorón y acariciado por el etéreo viento. Siento escalofríos, pero nada que no quiera puede ocurrir aquí, en mi mundo. Aunque... ¿qué pasaría si no me conociera totalmente y hoy tuviera una cita con la parte de mi que no conozco? Las bestias morderían hambrientas, mientras yo no encontraría escapatoria. ¿Como salir de mi viviendo conmigo? Tengo tantas preguntas para el espejo que se encuentra en el ático, en el zenit, en la cúspide. Pero temo despertar a pesar de que el sueño de la razón produzca monstruos. Tengo otra duda ¿cómo despertar? Tengo la sensación de que vivo en un sueño y a su vez un sueño de un sueño, así consecutivamente, infinito pero contable. Otro escalofrío, esta vez con tensión en la mandíbula. Escucho un portazo, se apaga la luz.
Siento miedo... maldito sea otra vez el cuervo repiquetea en mi...