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jueves, 13 de septiembre de 2012

Requiem for a dream: The tempest.

Soñaba con rozar las nubes, dormitar entre la calidez del sol y la frialdad de la luna, de despertarme y sentir que es real, cuando lo único real que existe es el cielo. 
Los sueños son antagónicos en vida, insuperables y probablemente imposibles. A lo largo de la vida, te darás cuenta de que las palabras que poseen IN irán hartándote. Provocando guerras de vida versus razón.   Susurramos la oda inquietud, convenciendo a nuestra propia cabeza de la equivocación cometida. De que nunca seremos mientras somos. Por ello sin querer, me encontraré entre jaulas y sonidos estridentes, aquellos sonidos que osan estremecerme y que inútilmente apriete mis oídos con las manos, aún siendo sorda rondarían por mi interior, buscando un lugar donde indagar, el más frágil y a la vez más protegido, si el dolor en persona no se encuentra en sus entrañas. El corazón

El día en el que el caos se presente, sin preguntar. Y lo sepa todo sobre mi, el día en que los pilares, de todo lo que construí poco a poco desde mi nacimiento hasta mis días, crujan, ese día lucharé por una razón. Porque el día en que una guerra se desate en tu persona, estarás solo, pero no hará falta nadie más excepto la persona obligada a luchar por sí. 
La niebla cubrirá la esencia de la presencia. Los sentidos se agudizarán, sabiendo que uno sin el otro son algo, son más. 
Entonces, exactamente y sin preámbulos, caerás desde lo tu propio zenit y a cuanta más altura, peor serán los daños. De la grandeza, al vacío y llegará el réquiem. Y antes de colisionar contra el suelo, te sustentarás en el aire. 

- Solo he de existir, para contradecir y hacerme realidad.- 

La bestia despertó. Siendo la presencia del caos la peor forma de conocer lo que existe en nuestro interior. El miedo a perdernos y la lucha por hacer que el destino mienta, se engañé a sí y realmente sepa lo que va a ocurrir en un futuro reciente. Hasta que un día, mi idolatrado William Shakespeare dijo: 

- We are such stuff as dreams are made on, and our little life is rounded with a sleep.

Estamos hechos de la misma sustancia que los sueños y como sueños, tenemos derecho a soñar. Somos un sueño para la persona que nos ama, somos un sueño para la vida que nos ata. Somos realidad y por ello los sueños se hacen realidad en nuestro mundo y quizá algún día, en el de todos.