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lunes, 9 de enero de 2012

AZ:




Renazco cual cerezo en flor, dejándome llevar por una suave brisa gélida. 
Acariciando el viento desde el grandioso Mercury Comet (mi coche predilecto). Con la sencillez de soltar una mano del volante (tan solo una, dos sería de locos). Cerrando con pesadez los párpados y abrirlos con una tierna sonrisa dulzona. 
Huyendo por carreteras polvorientas de la ansiosa ciudad que me busca. Cuando acelero, siento como mi razón despeja la niebla grisácea creada por el humo de la ciudad. Respiro, llenando los pulmones del aire que un pájaro necesita para ser libre o por lo menos, estar en libertad consigo mismo. 
Mis ojos color ambar viejo, se deleitan al ver como el sol sucumbe a los encantos del Monument Valley. Rojizos, carmesíes, dorados y sombras surcan mi piel, aportándome un calor irresistiblemente acogedor. "Honey, I'm home".
Solos tú y yo, el cometa de mis sueños. Una fotografía digna de admirar, algo tan mágico como capturar el tiempo. 
Si tuviera en mis manos una libreta, capturaría versos cobrando vida a la que ningún día fue Vida Winter. De la "A" a la "Z", letra por letra, palabra tras palabra. Y así un finito laberinto sin pérdida, lleno de pensamientos, sueños y sentimientos. "My beloved ArizonaHow many people left in your custody?". Aparco el Comet con la sensación de haber perdido algo por el camino, pero sin suficiente importancia como para volver a recorrer el pasado del pisado. Y sin llegar a rozar la puerta con los nudillos, percibir una leve presencia de rostro familiar, "little Maddie, you're my mirror..." y preguntarle con dulzura, "How this grandfather Lloyd?
He is seated in his chair, wiping his glasses...
Afortunadamente, your delicate heart still alive.