Custodio las muertes.
Tuerto por la retorcida mente humana, dejo que mueran estos últimos a mis pies, exento de sentimientos hacia su raza.
Las olas lustrarán los cuerpos cuerpos sucios de crueldad y sedientos de sangre.
Invicto ante el holocausto, miraré la infinitud del mar, escribiendo años de poesía hasta vuestros días mas nuestra historia será una cruel maquinación de vidas y muertes. La historia esta muerta, pero cobra vida en la imaginación.La gélida tempestar duerme entre mis brazos cada noche, demostrándome mísera sus entrañas, acercarme a sus manos y bese sus asesinatos nocturnos. Más tarde, huye a mi vera sin que logre rozarle. Condenada a naufragios y náufragos. Guardando como tesoro cientos de almas y barcos. Audaz asesina.
Mientras muero cada día para renacer de mis cenizas por la noche, buscando tragedias en la orilla del mar, aguardando a un ilustrado que logre conquistar mi razón para llevarla a su pensar.
Explicarme el sentido de la vida y de mi existencia. Aguardaré hasta el fin de mis días a que el fin de la violencia caiga como una lluvia de estrellas sobre el mundo. Inundando a humanos e inhumanos.
Larga vida Alejandría...