Seguidores

viernes, 15 de junio de 2012

Anochecer:



Hace exactamente dos días, me dediqué nada más salir de la ducha a hacer fotografías. Tras ver las gotas en el cristal y las luces anaranjadas de la ciudad fue inevitable correr por el pasillo en busca de mi pequeña. 
Adoro jugar con ella, hacer pruebas nefastas y otras que me encantan, puesto que de algo si aprende, ya que utilizarla es tan sencillo como experimentar, dejar que la curiosidad te invada y que guste aprender, obviamente. Si no te gusta aprender, para ¿qué vas a comprar una cámara? 


Lo que más he utilizado en las fotos (como puede comprobarse) es el enfoque y el desenfoque, el macro y el paisaje por decirlo de algún modo. Luego jugué con el reflejo que proporcionaba el cristal, un reflejo bastante nítido. Ese reflejo representa mis nubes, mi habitación se compone de tonos de azul (en dos paredes) y blanco (en las restantes) ello significa el cielo (fuera de la religión, puesto que mis ideologías constan de la no creencia en nada excepto las ciencias), en el cielo colocará marcos blancos de mis fotos, que cuando la pared este abarrotada de ellos significará que he cumplido uno de mis deseos. Mi cielo y mis nubes.


Respecto a las vistas de mi ventana y la situación de la cama debo decir que es una "estrategia", lo coloqué así porque adoro leer, devoro libros y ya me importa poco su grosos, su tamaño de letra, etc. Busco la historia otras vidas, en las que pueda ser alguien e imaginar, imagino con las nubes. Cuando leo, las tardes que tengo tiempo o mañanas de domingos, veo las nubes y dejo la ventana abierta, dándome igual el tiempo que haga.


Esta es una prueba de obturador.
El tiempo es algo increíble... aunque haga lluvia, sol, viento, calor, frío... es algo que no se puede desperdiciar, aunque pille un catarro semanal, no me importa. Le tendré haciendo una de las cosas que más me gustan, por no decir la primera, el arte de leer.


Y acabé mi corta descripción sobre mi habitación y uno de mis hobbys. Espero que durante esta estación veraniega disfrutéis de lo que más os gusta, cumpláis vuestra lista de deseos (y si no la tenéis hacedla, a ver de lo que sois capaces de aspirar). Feliz verano, yo esperaré a mi amado invierno y en su ausencia, otoño.