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lunes, 12 de diciembre de 2011

Predestinados a encontrarse, condenados a perderse.

Cruzar el armario, acariciar abrigos y bufandas que aportan la calidez al frío invierno. Una serie de aventuras enlazadas con hilos de misterio y desesperación a un mundo nuevo, a lo desconocido. Defendería mi vida entre armas blancas, no por mi, si no por ti. 
Juguemos al escondite de todo sentimiento. El hielo será mi recoveco donde esconderé lo más ansiado por el amor humano. Ello no querrá clamar su inexistencia, su silencio dará un significado. Hablando de existencias existe un arte, "escuchar los latidos del corazón". 
Perros de caza rabiosos de destrucción, jadean ante un corazón, mientras su cabello cobrizo huye por las sendas del bosque del completo olvido. 
Apretándose el pecho por el vacío del oxígeno, cae en el pozo Pánico. Exhausta, busca en la temida astucia una escapatoria, un paso a la Liberación. El Pánico la expulsa de sus entrañas, ¿qué precio puede pagar un mortal por su corazón? Su vida, la mecánica del corazón. Invicta, pisa Nieve firme, abre ambos brazos y echa raíces por sus pies. Dispuesta a perder el último aliento. 
Violence brings love...- Susurra. Entre inmensos castillos blancos, copos de nieve, árboles desnudos y nubes de cristal. Acechan cientos de colmillos afilados y ojos desgarrados. La infinitud del bosque se revela, recordemos que Revolución conlleva evolución. Los árboles Fuerza cobran vida, enraízan entre sí, creando trampas mortales para la carne fresca (con la sencillez con la que aprietas tu mano). La niebla Respiración conquista los pulmones abatidos, convirtiendo Vida en gélida Muerte. 
Miedo corre hasta su guarida encerrándose en la tortura de vivir consigo mismo en la inmortalidad. 
Sus ojos marrones reflejan el poder de las personas, en concreto de sí. Delicada Lluvia borra rastros de asesinato, entrelazando sus húmedos dedos con Nieve. 
Fueron cortadas las cabezas a las Reinas de Corazones y a las bestias principescas.

Sin aliento tras nombrar al Invierno, sus labios se palidecieron y su piel fue nívea y tersa. Marrones los ojos anteriores, tornaron a grises. Y su corazón quedó encerrado en la cumbre de su mundo. Al cual solo podrás amar sin aliento, acariciarle tras cruzar la guarida del miedo y poseerle dando tu Vida.
Ella, vivirá el resto de su infinita Vida esperando tu regreso, mientras tanto los cadáveres caen por la colina como perros. 

Imaginar es tan fácil como estirar ambos brazos y girar sobre ti mismo hasta perder la noción del tiempo.